La Fed tendrá que esperar

Los mercados financieros se paralizan hoy a la espera de la reunión de la Reserva Federal (Fed). Se trata de un encuentro clave, en el que el banco central de Estados Unidos decidirá si da un paso adelante en su política monetaria, con una nueva subida en los tipos de interés que sería la segunda en casi una década tras la que aplicó en diciembre de 2015.

Hace apenas dos semanas, analistas y expertos apostaban por una nueva alza de tipos, en línea con los mensajes que varios miembros de la Fed y la presidenta del organismo, Janet Yellen, habían transmitido en diversas comparecencias, en consonancia con la recuperación en la que está inmersa la mayor economía del mundo. Sin embargo, todo cambió el viernes 3 de junio, cuando el Departamento de Trabajo de Estados Unidos publicó unos datos inesperados y muy decepcionantes. Apenas se crearon 38,000 puestos de trabajo en mayo, el menor ritmo desde septiembre de 2010 y muy por debajo de las previsiones que apuntaban a más de 160,000 nuevos empleos.

La cifra redujo de manera considerable las opciones que el mercado daba a una subida de tipos hoy, dudas que alimentó Yellen al reconocer que los datos del mercado laboral eran "decepcionantes". La Fed es consciente de que la evolución de la economía americana es incierta y teme también las consecuencias del Brexit, el referéndum por el que Reino Unido votará si permanece o no en la Unión Europa y que se celebrará el 23 de junio, justo una semana después de la reunión de la Fed. Así, los mercados apuestan ahora por una nueva subida de tipos más allá del verano, cuando se hayan develado parte de las incógnitas.

Las sombras económicas se han intensificado, además, por la nueva apuesta del magnate George Soros, que recientemente ha vendido acciones y ha comprado oro y títulos de compañías mineras dedicadas a ese metal precioso, una estrategia considerada defensiva en tiempos de turbulencias.

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