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Mercado de traders

Desde el mes de junio los mercados financieros han presentado un movimiento de oscilación dentro de un rango horizontal.

Desde el mes de junio los mercados financieros han presentado un movimiento de oscilación dentro de un rango horizontal.

Si somos más quisquillosos, tal comportamiento podría ampliarse a todo el año, ya que los rendimientos en casi todos los frentes (acciones, tasas, tipo de cambio, commodities) son cercanos a cero; es decir, muy pobres.

Estamos en una etapa muy característica de periodos post-crisis en la cual los mercados dudan y no definen una tendencia.

En el muy bien documentado libro escrito por Kenneth Rogoff y Carmen M. Reinhart titulado This time is different (Esta vez es diferente) que analiza las crisis bancarias a lo largo de la historia resalta, como una característica de éstas, que una vez que se agota la recuperación de los mercados a partir de sus niveles mínimos, éstos experimentan una larga etapa de indefinición.

Existen explicaciones lógicas para este comportamiento. Los inversionistas no pueden establecer una estrategia clara debido a señales encontradas.

En este momento, las grandes empresas en el mundo mantienen una situación favorable en términos financieros; tienen dinero y han reducido sustancialmente su deuda.

Asimismo, las autoridades han alivianado al sector financiero al infundir una elevada cantidad de recursos al sistema y mantener una tasa de interés en niveles ínfimos.

Éstos son argumentos muy sólidos para que cualquiera pensara en invertir en Bolsa o en activos de riesgo (commodities, monedas extranjeras, bonos corporativos e incluso bienes raíces).

Sin embargo, existe una contraparte muy seria que apunta a un crecimiento inferior y modesto para los siguientes trimestres.

El desempleo permanece en niveles muy elevados y los consumidores continúan en el proceso de desendeudamiento iniciado a partir de la crisis.

No habiendo una demanda robusta, es poco probable que haya argumentos para justificar el pagar precios más altos por dichos activos. La oscilación de los mercados entonces se mantiene determinada por dos factores: el tono de las noticias y los datos que se publican; y en segundo lugar los límites que tácitamente los operadores en los distintos mercados establecen como niveles en los que pueden entrar o salir.

En el argot de los mercados financieros a este fenómeno se da por llamarle un mercado de traders , en donde sólo quienes entran y salen aprovechando la oscilación de los indicadores pueden acceder a ganancias interesantes.

Es probable que usted escuche mucho este concepto por parte de su asesor financiero en las siguientes semanas.

Este tipo de estrategias utiliza como referencia principal la herramienta conocida como análisis técnico.

Ésta se basa en tratar de observar el comportamiento pasado de indicadores de mercado (precio, volumen, rachas, etcétera) para establecer el siguiente movimiento.

Lamentablemente, la historia demuestra que una estrategia de entrar y salir a la postre no es superior a una de comprar y mantener. Puede haber rendimientos interesantes en algún momento, pero se requiere mucha precisión no sólo en la selección de activos, sino en el momento en que se operan.

En ningún caso es posible anticipar vuelcos como el experimentado el día de ayer. El dato sorpresivamente favorable de la encuesta de gerentes de compras de la industria provocó un impulso en los mercados que absolutamente nadie anticipaba.

Es válido intentar buscar rendimientos bajo cualquier estrategia; en todos los casos existe un factor de riesgo que se tiene que asumir.

Lo que hay que tener en mente es que en momentos de alta sensibilidad como el actual, habría que ser muy preciso, o muy afortunado, para tener rendimientos extraordinarios cuando no los hay en ningún lado.

*Rodolfo Campuzano Meza es director de Análisis de Invex.

perspectivas@invex.com

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