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México crecerá

En este espacio hemos insistido en la imperiosa necesidad de avanzar en la transformación estructural del país de manera que se alcancen mayores tasas de crecimiento y se generen más y mejores empleos.

En este espacio hemos insistido en la imperiosa necesidad de avanzar en la transformación estructural del país de manera que se alcancen mayores tasas de crecimiento y se generen más y mejores empleos. Esto viene a colación por el dato dado a conocer el lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) respecto del desempeño de la economía mexicana en el 2010.

De acuerdo con el INEGI, la economía registró un crecimiento de 5.5% en el 2010, cifra superior a la estimada por el mercado (5.36%) y la mayor variación desde el 2000 cuando el incremento fue de 6 por ciento. Por otro lado, en el cuarto trimestre el Producto Interno Bruto aumentó 5.1%, ligando cuatro trimestres con variaciones positivas.

Vale la pena recordar que la contracción más profunda que ha registrado la economía mexicana desde 1890, se presentó en 1932, cuando se tuvo una caída de 14.9% como resultado de la Gran Depresión que se presentó en Estados Unidos. La segunda contracción en importancia fue la de 1995, cuando la economía cayó 6.2% y la inflación se disparó de 7 a 50%, ocasionando un abrupto incremento en las tasas de interés. De esta forma, la contracción de 6.1% observada en el 2009, representó la tercera peor caída de los últimos 80 años.

A diferencia de lo ocurrido en 1995, y en general en las crisis de las últimas cuatro décadas, la fuerte contracción de la actividad productiva en México durante el 2009 fue resultado de acontecimientos externos y no de desequilibrios domésticos. Es decir, en el 2009 la crisis nos vino de afuera, particularmente de Estados Unidos en donde el colapso del sistema financiero se vio reflejado en la caída del crédito y del consumo. Así, los agentes económicos de ese país dejaron de consumir no sólo productos estadounidenses sino también importados. Dado que 80% de las exportaciones mexicanas se canaliza a ese país, la actividad productiva de México sufrió un fuerte descalabro.

Sin embargo, el mismo canal de transmisión de la crisis (el sector externo) sirvió para detonar la recuperación en el 2010. En abril del 2009 las exportaciones totales cayeron 36%, a partir de este momento las ventas de productos mexicanos en el exterior comenzaron a recuperarse, principalmente las manufactureras, alcanzando en mayo del 2010 una expansión de 44%, la segunda variación más importante en la historia, sólo detrás del crecimiento registrado en enero de 1995 cuando las exportaciones aumentaron 45 por ciento.

Aunque en el segundo semestre del 2010 se pudo observar una desaceleración de las exportaciones, hacia finales de ese año surgieron indicadores de un mayor dinamismo de las ventas a Estados Unidos. Sin lugar a dudas, uno de los elementos que explica esta recuperación fue la instrumentación de nuevas medidas por parte del gobierno estadounidense tendentes precisamente a propiciar un mayor crecimiento económico.

Así, es previsible que en el 2011 las ventas de productos mexicanos en el exterior sigan siendo un motor importante para el crecimiento de nuestro país.

Adicionalmente, el dinamismo de la demanda externa será complementado con un gasto interno que ha consolidado una trayectoria creciente, resultado entre otras cosas de una mayor confianza de los consumidores.

Habrá que reconocer que el crecimiento de la economía mexicana en el 2010 fue bueno y superior al que se había estimado inicialmente. Para este 2011 el dinamismo económico será aún más alentador. A pesar de que la variación por sí sola resulte inferior a la del 2010 hay que considerar que la base de comparación será más elevada y que ahora el crecimiento será más homogéneo entre los distintos sectores.

A pesar de que el crecimiento en el 2010 fue positivo y que para el 2011 la perspectiva es alentadora, queda la sensación de que se podría lograr un mayor impulso si los mexicanos nos pudiéramos poner de acuerdo y privilegiáramos los intereses del país sobre los intereses particulares.

*Manuel Guzmán M. es economista en jefe de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución.

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