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México en el 2011
El 2010 llega a su fin y los inversionistas se preguntan qué nos espera para el 2011. Aunque aún no se conocen los cierres de las principales variables macroeconómicas, vale la pena compartir los pronósticos para el próximo año a reserva de que más adelante se puedan hacer algunos ajustes.
El 2010 llega a su fin y los inversionistas se preguntan qué nos espera para el 2011. Aunque aún no se conocen los cierres de las principales variables macroeconómicas, vale la pena compartir los pronósticos para el próximo año a reserva de que más adelante se puedan hacer algunos ajustes.
Como marco general hay que decir que a pesar del vaticinio de muchos expertos en el sentido de que en la segunda parte del 2010 y en el 2011 se presentaría una segunda recesión, ésta afortunadamente no se presentó y no se presentará.
En el 2011 el mundo se expandirá cerca de 4.2%, que ciertamente representa una disminución respecto del crecimiento de 4.7% de este año, pero dista mucho de representar una recaída de la economía global.
De esta forma, el primer dato que habrá que tener en cuenta es que el mundo continuará el proceso de recuperación económica el año que entra, aunque a una tasa menor a la registrada en este año que concluye.
En el caso particular de México la historia fue similar. El 2010 fue de recuperación económica, no obstante la reactivación fue heterogénea entre los diferentes sectores. Las exportaciones fueron la punta de lanza, en donde el sector automotriz brilló intensamente con crecimientos anuales de hasta 114%, en mayo. En contraste, el despegue del mercado interno se presentó hacia la recta final del año.
Aunque ya en el tercer trimestre fue evidente una menor actividad productiva, México tuvo la capacidad de crear una importante cantidad de nuevos empleos, 962,000 nuevas plazas de trabajo a noviembre.
Para el 2011, la economía mexicana crecerá 3.72%, lo que justifica una creación de empleos menor a la del 2010; de esta forma, el número de asegurados en el IMSS se ubicará ligeramente por debajo de las 500,000 nuevas plazas de trabajo.
La inflación continuará en niveles bajos al arranque del 2011 y terminará en un nivel de 4%, lo que amplía el margen de maniobra para que Banco de México mantenga su tasa de interés de referencia en 4.50% y apoye de esta forma una mayor actividad económica.
Aunque muchos expertos han anticipado un recorte en la tasas de interés, la verdad es que Banxico difícilmente lo hará, toda vez que la inflación -aunque contenida- se encuentra por encima de la meta de 3%, además de ser de las más altas dentro del grupo de países que conforma la OCDE.
En el tema inflacionario, hay que decir que persisten riesgos como las presiones en las cotizaciones internacionales de alimentos, metales y energía, la volatilidad doméstica del subíndice de frutas y verduras y la tendencia de los precios de bienes y servicios administrados por el sector público, por lo que Banxico seguramente será muy prudente antes de modificar su postura monetaria.
Otra de las variables que preocupa a los inversionistas es el tipo de cambio. En este sentido, habrá que destacar que la sólida posición fiscal de México permitió que los bonos del gobierno fueran incluidos en un índice global de bonos gubernamentales, generando fuertes entradas de capital, lo que contribuyó al fortalecimiento del peso mexicano en el 2010.
Para el 2011 los flujos continuarán, aunque en menor medida que en este año, por lo que seguiremos viendo un peso sobre niveles de 12.15 pesos por dólar al cierre del año.
Los riesgos que enfrentará la economía mexicana están relacionados con un menor dinamismo de la economía estadounidense, así como un mercado interno que adolece de catalizadores que la impulsen en el mediano y largo plazo.
En este sentido, el reforzamiento de la demanda doméstica sigue siendo una tarea pendiente, algo que sucederá sólo si se avanzan en las reformas estructurales relacionadas con temas fiscales, energéticos, de seguridad y laborales.