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México, entre la disciplina y la volatilidad
Al cierre de la semana pasada, tenía proyectado escribir un artículo sobre las tendencias favorables de los mercados financieros de México que hemos visto durante los últimos dos meses.
En particular mi pretensión, tal como lo haré, era resaltar los indicadores positivos que se han publicado en semanas recientes. Esta semana, sin embargo, volvemos a ver la fuerte vulnerabilidad del peso ante un entorno internacional que sigue siendo muy inestable.
Dos líneas de sucesos han fortalecido la visión sobre México en semanas recientes. Por un lado, el crecimiento del primer trimestre resultó mejor de lo esperado. La economía creció a una tasa anual de 2.7%, cuando la expectativa era de 2.5 por ciento. Este comportamiento responde a la persistencia de un crecimiento en la parte de consumo bastante sólido. El crecimiento del sector terciario, que incluye comercio y servicios, fue de 3.7% en el mismo trimestre. Las cifras de ventas comerciales y los reportes de algunas emisoras del sector a Bolsa corroboran el hecho.
Hay varios factores que explican la dinámica del consumo: La persistencia de los niveles de empleo, el aumento del ingreso disponible por la baja inflación, el flujo de remesas provenientes del exterior, que es históricamente alto, entre otros. A pesar de lo pobre de las cifras de crecimiento en el sector industrial y del deterioro de las cuentas externas, la actividad económica es algo sorpresiva, en especial si consideramos que la economía de EU creció a tasa trimestral sólo 0.5 por ciento.
Por otro lado, el más preocupante por cierto, el de las finanzas públicas, ha habido notas también positivas. En primer lugar, el déficit público mantiene una trayectoria controlada y hasta el mes de marzo equivale a más o menos la mitad de la cifra que registraba en marzo del 2015. La proyección de gasto, incluidos los recortes, parece apuntar al cumplimiento con el objetivo de déficit fiscal.
Más aún, se concretó el traspaso del remanente de utilidades de Banxico al gobierno y se llevó a cabo la subasta de recompra de bonos en circulación por $61,000 millones. Asimismo, se consolido el balance de Pemex a través de la aportación de capital que hizo el propio gobierno en la empresa. Esta última reportó, a su vez, cifras que muestran el ajuste violento al que se está sujetando: La pérdida neta de los últimos 12 meses disminuyó 7%, algo que no pasaba desde el 3T12.
Por último, se promulgó la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios (LDFEFM). En ella se establecen los requisitos para la contratación de deuda pública, así como del techo de financiamiento neto, en función del nivel de endeudamiento y las capacidades financieras de las distintas entidades. La ley deberá servir para alinear la disciplina fiscal de los estados y municipios, y evitar elevaciones incontroladas de su endeudamiento.
Como puede ver, en lo que va del año México continua creciendo a una tasa aceptable y concreta varias medidas de control sobre sus finanzas públicas y sobre la volatilidad de los mercados. Esto, en una etapa de complacencia entre los inversionistas globales hacia los activos de riesgo, resultó en una apreciación visible del peso...hasta esta semana.
¿Qué paso desde el lunes? El tipo de cambio retornó a niveles superiores a los $17.70 pesos por dólar y la Bolsa ha presentado bajas continuas. La causa es que parece intensificarse poco a poco el temor entre los inversionistas globales relacionado con el escaso crecimiento y con lo sostenible de los niveles a los que ha llegado la valuación de muchos activos, incluyendo preponderantemente los de mercados emergentes.
Esto es una señal clara de lo vulnerable del entorno y de los efectos que puede tener en los mercados locales. Hace falta una etapa de fuerte estabilidad en los mercados para pensar en que se consoliden tendencias favorables tanto en el valor del dólar como en las tasas y la bolsa locales. Esa condición no parece cerca de plasmarse, por ello seguimos expuestos a una elevada volatilidad.
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo: