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Pierde Abercrombie US13.1 millones por competencia
Las acciones del gigante estadounidense de la moda perdieron 12% en Bolsa tras reconocer bajas ventas.
Abercrombie & Fitch, el gigante de la moda juvenil estadounidense, no pasa por su mejor momento.
En el segundo trimestre de este año las ventas de la firma de ropa han vuelto a caer debido a un menor tráfico en sus flagship stores, que pierden interés para los turistas.
Las ventas de las tiendas abiertas hace menos de un año cayeron 4% en el segundo trimestre; en las tiendas con una antigüedad mayor también caen hasta 7%, una caída medio punto porcentual mayor de lo que esperaban los analistas.
Además, el volumen de negocio total cayó 4.2%, hasta los 783.2 millones de dólares.
Arthur Martínez, presidente de la compañía, reconoció que el bajo tráfico de las flagship y el turismo continuaron siendo las principales causas de la caída de ventas este trimestre y manifestó que no espera mejoría para el resto del año en un comunicado.
Pierden interés
Abercrombie & Fitch se enfrenta a una pérdida de interés del público por sus flagship, ubicadas en puntos turísticos estratégicos, y a una competencia feroz de rivales como H&M y Zara, que apuestan por prendas de precios más reducidos.
Para recuperar a sus compradores, la compañía planea remodelar su marca de outlet, Hollister; contratará diseñadores de las primeras marcas para mantenerse al día de las nuevas tendencias e irá alejándose de diseños centrados en su logotipo de marca, característicos de su firma.
Las pérdidas de la compañía se incrementaron de 810,000 dólares a 13.1 millones de dólares. Tras la presentación de sus cuentas, la compañía cayó 12% en Wall Street.
Nuevo concepto
El concepto de flagship store nació en Estados Unidos, tomado como referencia del mundo naval donde esta palabra significa buque insignia.
Estos establecimientos suelen distinguirse por su gran tamaño, una ubicación muy cuidada, siempre en calles principales o emblemáticas con una gran afluencia de tráfico y turismo, y la amplia oferta de productos en venta, normalmente todo el catálogo de la compañía.
En una flagship se persigue transmitir al comprador la imagen de la marca, por lo que tanto la arquitectura como el diseño interior deben transmitir los valores de la firma y diferenciarse en creatividad e innovación del resto de comercios físicos de la compañía.
Por este motivo, la mayoría cuentan con zonas de ocio o algún otro tipo de valor añadido para ofrecer al cliente una experiencia de compra divertida y diferente que genere una imagen positiva de la marca.
Varias firmas de todo el mundo y de varios sectores están apostando por este concepto, entre las que se encuentran Apple, Mango o Zara.