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Renta fija, opción en un horizonte de inversión complejo

Una cartera bien diversificada es una opción atractiva.

El panorama del sector económico y financiero no es el mejor para los activos financieros en general, no sólo los relacionados con la renta fija, anticipó Giordano Lombardo, director de inversiones de Pioneer Investments.

En un análisis al respecto de esta clase de activos identificó dos elementos para la generación de su aseveración anterior: los impulsos de las tasas de interés seculares declinan y la expansión crediticia no estará presente para ayudar en el nuevo ciclo.

Para quienes participan en la asignación de activos, la clave será alejarse de una interpretación del mercado dominada por los bancos centrales e impulsada por la liquidez y acercarse a una que se base más en un análisis del escenario a largo plazo, con una aceptación y administración proactivas de la volatilidad del mercado a corto plazo , agregó.

Back to basics

En el contexto descrito por Giordano Lombardo, las carteras con asignación de recursos en diversos tipos de activos permitirá poder solventar esta tendencia. Creo que una cartera bien diversificada que incluya títulos valores (sobreponderación), renta fija (infraponderación), bienes de consumo y bienes raíces es una opción atractiva , comentó.

Aunque no dictó la receta en cuanto a la inversión en renta fija, Lombardo identificó algunas de las opciones que se pueden considerar: aquellos activos que están menos correlacionados con las macrotendencias en las tasas de interés y más con las tendencias estructurales a largo plazo; en este universo se encuentran la infraestructuras y bienes raíces.

Resulta importante aumentar el apalancamiento de la cartera para aumentar las bajas rentabilidades de la renta fija (enfoque de paridad del riesgo).

30 años a la alza

El mercado de renta fija se encuentra en una transición después de tres décadas de comportamiento ascendente. Este comportamiento no se podría entender sin la caída secular de las tasas de interés y la intervención tanto benigna como efectiva de los bancos centrales.

El escenario hacia adelante se prevé sin la participación de ninguno de estos dos elementos. La economía global continúa confrontando tres grandes desafíos a largo plazo: un déficit de la demanda agregada global; grandes desigualdades de ingresos dentro de los países; mecanismos disfuncionales en los ámbitos nacional e internacional para la toma de decisiones políticas.

En tanto, los países emergentes -principalmente China- intentan ejecutar la difícil transición de un modelo de crecimiento guiado por las inversiones y las exportaciones a uno basado en el consumo, en una fase de demanda global estructuralmente baja.

didier.ramirez@eleconomista.mx

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