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Tres contrapropuestas ?a las reformas
La reforma hacendaria es por sí misma compleja e imperfecta. Hace más difícil la vida de los contribuyentes de ingresos medios bajos, medios y medios superiores.
La reforma hacendaria es por sí misma compleja e imperfecta. Hace más difícil la vida de los contribuyentes de ingresos medios bajos, medios y medios superiores. Vuelve a convertirse en un vehículo de recaudación de impuestos sobre las mismas personas, en lugar de convertirse en mecanismo para ampliar la base tributaria.
Mi propuesta al respecto sería que se elimine el Impuesto Sobre la Renta, para dar paso a un impuesto al consumo. De esa forma, al gobierno ya no le debería interesar el cómo y el porqué de los ingresos de los mexicanos. Todos somos consumidores y todos pagaríamos impuestos al comprar. El que más bienes y servicios compre, más impuestos paga, así de sencillo.
La reforma educativa, llena de intereses políticos y sindicales, tan necesaria para que la educación básica salga de los últimos lugares de las pruebas internacionales, en las cuales quedamos en última posición en matemáticas y comprensión de lectura, está mal planteada, pues no solamente se necesita evaluar a los maestros.
Mi propuesta es que cada tres años se renueven sus contratos mediante una evaluación de conocimientos y habilidades pedagógicas. El que apruebe será contratado por otros tres años y el que no, tiene un año para capacitarse y actualizarse. Esta propuesta incluye un aumento del sueldo de los maestros, que podría ser el promedio de los sueldos de maestros de los países de la OCDE, que incentive a la superación y preparación constante y que, por ley, los representantes sindicales no puedan permanecer más de cinco años en su cargo.
La reforma energética, llena de sentimientos nacionalistas y manipulaciones mediáticas tanto de la Presidencia como de la izquierda más irracional, parece ser la más polémica. Ni es el petróleo de los mexicanos, ni éste se quiere vender a los extranjeros.
Mi propuesta es que se permita el manejo de algunas áreas de Pemex por la Iniciativa Privada y que a éstos se les cobre un canon anual por el uso de los recursos del país. Así, cada empresa privada que quiera entrarle al negocio del petróleo, debe pagar un impuesto millonario anual, y éste puede ser dedicado a gasto social, como sucede en muchos países de Sudamérica.
Ahí les dejo mis contrapropuestas para que hagan de ellas lo que gusten.?
*El Dr. Eduardo Carbajal es el Director de la Sede Perú del Tecnológico de Monterrey. Correo electrónico: ecarbajal@itesm.la