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“China va ganando la Eurocopa y la Copa América”
China, al menos en lo deportivo, no está participando en la Eurocopa ni en la Copa América, pero sin duda alguna está teniendo una representación muy importante en ambos torneos. Las empresas chinas están emergiendo como las grandes protagonistas en términos económicos y de marketing, en mercados clave como Alemania y Estados Unidos.
En la Eurocopa, las marcas chinas representan más de un tercio de los 13 patrocinadores de primer nivel, consolidando a China como la mayor fuente individual de patrocinios este año. Este fenómeno refleja el creciente poder tecnológico de las empresas chinas y su competitividad global, al tiempo que subraya su estrategia de expandirse a mercados con alta demanda interna, como Europa y el continente americano.
Entre los patrocinadores oficiales del campeonato europeo se destacan Ant Group, especializado en tecnología financiera; Hisense, en electrodomésticos y televisores; AliExpress, en comercio electrónico; Vivo, en la fabricación de smartphones; y BYD, en vehículos eléctricos. En el caso de Hisense, no solo es un patrocinador habitual, sino que también proporciona las televisiones para las revisiones del VAR, consolidando su presencia en el torneo por tercera vez.
La tendencia de patrocinios deportivos no es nueva para Asia. En las décadas de 1980 y 1990, marcas japonesas y surcoreanas como Sharp y Samsung eran patrocinadores prominentes en este tipo de eventos. Sin embargo, en los últimos años, estas marcas han cedido espacio a las chinas. Este año, BYD hace historia al convertirse en el socio oficial de la Eurocopa, reemplazando a Volkswagen como el proveedor oficial de vehículos del evento. Este hito no es casualidad, ya que su presencia global ha ido aumentando exponencialmente, exportando más de 240,000 vehículos el año pasado —un aumento del 334% interanual—, y ya está presente en más de 70 países y regiones, incluyendo 19 naciones europeas.
En la Copa América, BYD también juega un papel crucial como uno de sus patrocinadores principales. Aunque aún no vende sus productos en Estados Unidos, está marcando una presencia significativa en el mercado norteamericano. Recientemente, el partido en el que Estados Unidos perdió contra Uruguay fue el encuentro no mundialista más visto en ese país, con casi 4 millones de televidentes en el canal FS1 de Fox Sports.
Otro gigante chino presente en esta Copa América es TCL, reconocida como la segunda marca de televisores más vendida a nivel mundial. A diferencia de BYD, TCL ya se encuentra en los anaqueles de las tiendas en Estados Unidos y su presencia en el torneo se destaca en la publicidad LED, en los uniformes de los árbitros y en la cabina del VAR.
Esta estrategia de publicidad deportiva China no es casualidad. En un país con una capacidad de producción que puede llegar a 50 millones de coches al año, pero con un mercado interno que solo absorbe 23 millones, China necesita colocar el resto a como dé lugar el extranjero. Esta intensa campaña promocional busca convencer a los consumidores europeos y del continente americano de que las marcas chinas ofrecen ventajas tecnológicas y precios más competitivos que sus contrapartes occidentales. A pesar de los esfuerzos de varios países por implementar medidas arancelarias, China puede permitirse el lujo de reducir el costo de sus productos a niveles que sigan siendo atractivos.
Esta presencia publicitaria en ambos certámenes es una clara demostración de que esto no ha detenido su enfoque estratégico.
El impacto de esta expansión también tiene implicaciones en México. Empresas como Ford, Volkswagen, Samsung y Mercado Libre, que generan empleo para muchos mexicanos, ahora enfrentan la competencia de estas gigantes chinos como BYD, Hisense, TCL y AliExpress. A diferencia de las primeras, estas compañías chinas no producen en México, lo que plantea el riesgo de que el dinero que antes se quedaba en el país ahora fluya hacia el gigante asiático.
China está ganando en la Eurocopa y la Copa América, no en el campo de juego, sino en la arena comercial. La presencia dominante de sus empresas en estos torneos subraya su ambición global y su capacidad para desafiar a las marcas occidentales en sus propios terrenos.
*El autor es Consultor en Asuntos Públicos en Washington D.C. - Mtro. en Políticas Públicas, Universidad de Chicago.
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