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Opinión

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¿Cómo hacer un plan para salir de deudas? Parte 2 de 2

Salir de deudas no es un proceso rápido. Por el contrario, muchas veces es lento y doloroso. Pero nos da experiencias y aprendizajes muy valiosos.

Lo que es fácil es hacer el plan. Se trata simplemente de apretar nuestro gasto (tomar el control de nuestro dinero) y destinar la mayor cantidad de dinero posible al pago de nuestras deudas. Eso incluye aguinaldos, bonos, fondo de ahorro y demás ingresos irregulares.

Pero se tiene que hacer con estrategia y con enfoque. En la primera parte vimos uno que es muy famoso y exitoso, llamado “bola de nieve”. Consiste en ordenar nuestras deudas de la más pequeña a la más grande.

Determinamos cuánto podemos pagar. Debe ser suficiente para cubrir el mínimo en todas y una cantidad adicional, que se destina a la primera de nuestra lista hasta pagarla. Cuando terminamos, nos enfocamos en la siguiente hasta terminar con todas.

Desde luego, cualquier ingreso extra que tengamos (como aguinaldo, fondo de ahorro, bonos) también se va para pagar nuestras deudas. La idea es salir lo más rápido posible, quedar libre de deudas y enfocarnos así a construir patrimonio.  

Hay estudios en Estados Unidos que concluyen que esta es la estrategia que mejor funciona, aunque no necesariamente es la más óptima. Enfocarse en la deuda más pequeña permite salir de ella de manera más rápida. Ese éxito es motivador pero además, puede reducir el sentimiento de “ahorcamiento” que sienten las personas cuando están muy endeudadas. Da cierta holgura.

Sin embargo, en México hay otras variables a considerar. Las tasas de interés en las tarjetas de crédito son considerablemente más elevadas que en otros países, llegando en ocasiones a más de 80% anual. También varían mucho dependiendo del tipo de tarjeta y la institución. Entonces una misma persona puede tener deudas en una tarjeta que cobra una tasa de interés de 30% anual y en otra que cobra 70 por ciento.

Por otro lado, en nuestro país son populares las compras a meses sin intereses, cuya ventaja se perdería si no se hace al menos el “pago mínimo más meses sin intereses” que aparece en el estado de cuenta bancario.

De esta forma, tenemos que tomar en cuenta todo eso y determinar la estrategia que mejor funcione para nuestro caso particular. Eso incluye nuestra capacidad de pago.

Una posibilidad es ordenar nuestras deudas por tasa de interés, empezando por la más cara. Si yo tuviera tres tarjetas y mi saldo deudor en cada una de ellas fuera similar, es exactamente lo que haría.

Pero si tuviera en una compras a meses sin intereses, en lugar de pagar el mínimo, trataría de ver si tengo la capacidad de cubrir, en esta tarjeta, el “mínimo + meses sin intereses”. Esto significa que tendría que destinar menos a la deuda en la que me estoy enfocando, pero es un enfoque financieramente mucho más óptimo.

También se pueden hacer enfoques híbridos. Por ejemplo: primero ordenar las deudas desde la más pequeña hasta la más grande. Pero luego modificar el orden con base en otros criterios, como por ejemplo cuánto es el saldo revolvente (es decir, sin contar lo que está a meses sin intereses) o la tasa de interés.

contacto@planeatusfinanzas.com

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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