Lectura 4:00 min
Competencia económica en EUA, ¿realmente ha disminuido?
En años recientes se ha debatido sobre la disminución en la competencia en las economías desarrolladas, en particular la de los EUA. A partir de diversos estudios generales, se ha construido la hipótesis de que la competencia es menor, la concentración de los mercados es mayor y las utilidades empresariales son superiores. Esta hipótesis apunta a que las responsables son las autoridades de competencia que habrían aplicado las leyes antitrust sin rigor. La respuesta de algunos grupos, es un llamado a aplicar soluciones innovadoras que permitan el endurecimiento de la política de competencia. La “innovación” consiste en el abandono de las herramientas económicas que se han desarrollado durante 5 décadas y su reemplazo por la conjetura estructural, según la cual las participaciones de mercado y los indicadores de concentración son suficientes para acreditar la existencia de poder de mercado.
Anteriormente me he referido a diversos estudios que demuestran que la hipótesis de la menor competencia no está validada por la evidencia económica. Ahora, Shapiro y Yurukoglu publican un nuevo estudio en el que ofrecen evidencia adicional que cuestiona la idea de una disminución generalizada en la competencia en los EUA (“Trends in competition in the United States: what does the evidence show?”, 2024).
Los autores cuestionan que la concentración de mercado sea un indicador confiable, porque la forma en que se definen y miden los mercados en los estudios que analizan las industrias en general utilizan categorías amplias como las del Sistema de Clasificación de la Industria de América del Norte (NAICS), que conducen a resultados engañosos. Una razón es que estas categorías mezclan productos que realmente no satisfacen las mismas necesidades desde la perspectiva de los consumidores. Otra deficiencia es que estas estadísticas omiten las importaciones, que pueden ser una fuente importante de competencia.
Las metodologías alternas muestran que en realidad en muchos mercados la concentración ha disminuido en el tiempo e indican una expansión de las empresas eficientes y mejoras en la productividad. Esto es una señal de competencia saludable y no de un deterioro dañino de la competencia.
Otro aspecto analizado es el uso que se ha dado a los indicadores de margenes de utilidad. Shapiro y Yurukoglu muestran que el aumento en dichos indicadores no necesariamente refleja una disminución de la competencia. Pueden ser el resultado de mejoras tecnológicas que permiten la reducción de costos y son benéficos para los consumidores. Pero también ocurre que gran parte del aumento en los beneficios corporativos como porcentaje del PIB en los EUA se debe a las utilidades de las empresas por sus operaciones en el extranjero. De hecho, una vez que se filtra la información y se separan los dividendos provenientes del exterior, resulta que la rentabilidad doméstica de las empresas norteamericanas ha permanecido más o menos constante desde los años 50.
El efecto de las fusiones también es analizado. Aunque autores como Kwoka han señalado un fracaso en la política de control de fusiones y argumentan un crecimiento de precios adverso para los consumidores, la evidencia señalada por Shapiro y Yurukoglu muestra resultados mixtos. Más allá de las fusiones hospitalarias en que existe consenso en la identificación de efectos adversos, los diversos estudios de otras industrias realizados recientemente muestran una gran dispersión y heterogeneidad en los resultados sobre los precios, de manera que no hay la posibilidad de atribuir un deterioro en el funcionamiento de los mercados a una laxitud en la aplicación de las leyes de competencia.
El problema que se nos plantea es que se han impulsado cambios notables en el antitrust, basados en suposiciones y sin considerar la evidencia empírica. El reto, no solo para las autoridades de los EUA, es lograr que los mercados funcionen de manera más eficiente, para lo cual se requiere analizar objetivamente las características específicas de cada industria.
*Especialista en competencia económica y regulación. Socio Director de Ockham Economic Consulting.
@javiernunezmel