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Opinión

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Competencia electoral y promesas de gobierno

La competencia política está en el ruedo. Lo importante, sin embargo, es que los árboles no nos impidan ver el bosque. De entre tantos temas y problemas estructurales y de coyuntura para discutir sobresalen los siguientes, los cuales están entrelazados entre sí.

1. Estado de derecho. México está en una posición rezagada en Estado de derecho, esto es la base normativa que constituye el marco para las actividades públicas y privadas. El Estado de derecho de todos los países es medido por el World Justice Project a través de ocho indicadores que son los siguientes: a) límites al poder gubernamental; b) ausencia de corrupción; c) gobierno abierto; d) derechos fundamentales; e) orden y seguridad; f) cumplimiento regulatorio; g) justicia civil; h) justicia penal.

El Estado de derecho fue creado para evitar el ejercicio de la política aventurera. La eliminación del riesgo, de todo lo aleatorio, se ha convertido ya en requisito de la gestión pública. Con los ocho indicadores se establece un índice que va de cero a uno, en donde cero es la ausencia de Estado de derecho y uno el mayor nivel.

Los países mejor clasificados son Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia y Alemania. Los peores son los países en desarrollo. De 140 países, México está en el nivel 115, que es muy bajo y en el lugar 37 de 40 países latinoamericanos.

2. Democracia. El prestigioso grupo británico The Economist que produce la revista mundialmente famosa analizó la situación de la democracia mundial del 2023 y concluyó que ésta fue afectada por las guerras, las decisiones autoritarias y a la pérdida de confianza en los principales partidos políticos.

El Índice Anual que sobre democracia elabora esa institución considera que México ocupó la posición 90 dentro de 167 países analizados, nivel que es muy bajo. Se ubica en forma similar a la de los países centroamericanos. Esta situación plantea necesariamente mejorar la democracia mexicana, que es el sistema político menos malo de todos, cuya problemática y soluciones están en la democracia misma. En la confrontación entre sistemas políticos diferentes tomando como base comparativa el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, en las primeras veinticinco posiciones no aparece ningún régimen no democrático.

3. Inseguridad. México ha pasado por tres transiciones: a la democracia, hacia el libre mercado y hacia la inseguridad. Existe una escasa confianza de la sociedad en el cumplimiento de las leyes y está aterrada de la expansión en todo el territorio del crimen organizado y no organizado.

El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres ubica a México como el sexto país más violento del mundo.

Maritza Pérez, aquí en El Economista, comenta que de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, en México se ubican 16 de las 50 ciudades más violentas del mundo, con las tasas de homicidios más elevadas.

Se requiere seguridad pública y seguridad privada.

4. Pobreza y desigualdad. El líder socialdemócrata sueco Olaf Palme señaló con realismo y sabiduría lo siguiente: "Son los problemas de la vida cotidiana los que ocupan más a las personas [...] La relación entre las ideas y las cuestiones prácticas debe explicarse. No es suficiente decir: hay que modificar el sistema. Todos los esfuerzos hechos en esta dirección deben dirigirse a solucionar los problemas humanos".

La problemática de México más evidente al nivel de la calle es la pobreza y la desigualdad. Es el rostro más evidente del subdesarrollo, esa devastación de los deseos humanos, de la fantasía y de la productividad. La solución está en el Estado y el mercado, como ejes de la actividad social y económica, y con los objetivos específicos de libertad, empleo y equidad. Asimismo, en fortalecer la democracia política, mejorar las condiciones laborales, expansión de los accesos a la educación y la salud, proporcionar la base material para la mayoría de las personas y promover la inversión y el crecimiento económico.

smota@eleconomista.mx

Escritor y licenciado en economía, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. De 1984 a 1990 fue embajador de México ante el Reino de Dinamarca, donde se le condecoró con la orden Dannebrog.

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