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Opinión

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Con dictaduras seguirá la migración; EU no debería de ayudarles

Venezuela se vacía. Son 30 millones de habitantes, pero casi uno de cada tres de ellos ha abandonado el país. La dictadura de Nicolás Maduro ha generado múltiples externalidades negativas, una de ellas es la pobreza, elemento suficiente para expulsar a millones de ciudadanos.

Son 7.7 millones de refugiados y migrantes venezolanos en el mundo; 6.5 de ellos se encuentran en países de América (datos al 5 de agosto de 2023 de la Plataforma de Coordinación Intergerencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela).

El ruido político termina por ayudar a los dictadores.

Nicolás Maduro está contento con la guerra en Ucrania porque el presidente de Estados Unidos comenzó a relajar sanciones a Venezuela, particularmente en el sector energético, que Donald Trump le impuso al régimen.

Es la geopolítica del caos.

A Maduro le gusta generar expectativas sobre posibles “soluciones” a la crisis política que, en gran medida, él mismo ha provocado. Ya son más de 15 mesas de supuesto diálogo que su régimen ha sostenido con la oposición.

Uno de los personajes que se prestó al teatro del absurdo es José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente español. La supuesta “mediación” de Zapatero terminó por beneficiar a Maduro, nunca a la oposición.

Lo mismo ocurrió en Dominicana hace algunos años.

Ahora ocurre en México.

Uno de los primeros beneficios que le otorgó el presidente López Obrador a Maduro fue la salida de México del Grupo de Lima, creado luego de que la OEA encallara en Cancún en 2017.

El segundo beneficio fue la invitación que AMLO extendió a Maduro en su toma de posesión. Desde Palacio Nacional, el dictador disfrutó de la investidura a través de una pantalla de televisión, y por la tarde brindó por AMLO.

El 5 de agosto de 2021 AMLO entrega otro regalo al dictador al repetir el guion de las mesas de negociación. México sería sede y el anuncio del presidente mexicano generó nuevas expectativas entre los ingenuos.

Fallida antes de nacer, Maduro la abandonó luego de que Estados Unidos ordenara la detención de su amigo y lavador de activos, Alex Saab. ¿Qué tiene que ver el futuro de Venezuela con Saab?

Ayer, el presidente mexicano anunció que en 10 días vendrán al país funcionarios de varias naciones latinoamericanas para abordar el problema migratorio.

Le volverá a pedir dinero a Estados Unidos y nuevamente dirá que es necesaria una estrategia que ataque las causas de la migración. La petición la ha mencionado desde el 1 de diciembre de 2018.

Ya son casi cinco años de gobierno, pero está dispuesto a regresar a la casilla de salida.

En México hay poco más de 113,000 venezolanos; Colombia ha recibido a 2.9 millones; Perú 1.5 millones; Estados Unidos, 547,000.

Maduro sigue las pautas de Cuba: empobrecer al país para que una parte importante de la clase media lo abandone.

El viernes 15 de septiembre la secretaria de Relaciones Exteriores Alicia Bárcena se reunió con Nicolás Maduro en La Habana. Su equipo de comunicación ocultó el encuentro. Era obvio que Maduro lo publicitara para demostrar que hay países que están dispuestos a blanquear su dictadura.

Resulta absurdo que la retórica poética sea utilizada por AMLO y Bárcena para botear en la Casa Blanca ayuda para frenar la migración.

Con dictadores al frente de países, Biden no debería de ayudar a frenar la migración. Maduro, Ortega y Díaz-Canel son parte del problema, no de la solución.

Twitter: @faustopretelin

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Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

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