Crisis en la industria de la cultura

En muy raras ocasiones se analiza a la industria de los eventos culturales debido a que su nivel de actividad económica ha estado cayendo de manera importante en los últimos años, por lo que ha dejado de ser un espacio atractivo en donde emprender. De acuerdo con datos del INEGI, en lo últimos 12 meses la tasa de asistencia a eventos culturales seleccionados aumentó sólo 3.8% con respecto al año anterior; muy lejana del 11.5% que registró en el año 2016. El porcentaje de la población que asistió a al menos un evento es del 52.5% para el mismo periodo de análisis. La caída en este rubro es de ha sido en 12 puntos porcentuales desde el 2016. En este último año la concurrencia a eventos culturales es de tan sólo el 26.5% de la población total en México, de la cuál 53% son hombres y 47% mujeres. 

Los eventos culturales más concurridos son las proyecciones de películas con un 43.6% de participación, conciertos o presentaciones de música en vivo con 21.3%, exposiciones 13.9%, obras de teatro 10.4%, espectáculos de danza 9.3% y el porcentaje restante en eventos diversos. Las personas que asisten a los eventos culturales en comento suelen enterarse por 4 principales medios, en promedio: internet y redes sociales (62.4%), televisión (20.9%), recomendación de alguna persona (11.9%), carteles o folletos (7.7%).

Es claro que con la aparición de los dispositivos inteligentes la industria del entretenimiento se diversificó notablemente, afectando en buena medida a la industria de los eventos culturales. Las plataformas de streaming cada vez tiene mayor presencia en los hogares mexicanos y ello está desplazando principalmente a las proyecciones de películas, obras de teatro y espectáculos de danza. El alcance masivo que suelen tener las plataformas digitales atrae de manera significativa, cada vez más, mayores inversiones no sólo en la producción de contenidos, sino también en el crecimiento de la infraestructura digital.

Este fenómeno es exactamente el contrario en la industria de la cultura. Con la desaparición de los programas de estímulos a la cinematografía y radiofonía a finales del 2019, la industria sufrió una fuerte contracción en su producción y difusión de eventos. La única forma en la que está industria pueda recuperarse es mediante una reforma legislativa que permita reestablecer las condiciones de mercado necesarias para su crecimiento. Desafortunadamente, esta reforma no está en la lista de reformas de la administración entrante.

*El autor es Subdirector General en la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana.