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Opinión

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Cuando es bueno ser soplón

Ser “soplón” está a veces mal visto en nuestras sociedades, pero implica aceptación y reconocimiento de que algo se hizo mal, lo cual es realmente digno de ser alabado. No cualquiera tiene esa valentía.

Desde hace más de 200 años, el padre de la economía Adam Smith, mencionaba que a veces algunos empresarios “se sentaban a conspirar contra la sociedad”, al acordar no competir entre ellos. Estas conspiraciones implican “ocultar” una conducta anticompetitiva, lo que a su vez resulta en una mayor dificultad para que la autoridad las identifique.

Estas conductas mediante las cuales se acuerda no competir son lesivas, pues incrementan artificialmente los precios y restringen la cantidad de bienes ofrecida.

Por ello, algunas autoridades de competencia en el mundo han establecido mecanismos para poder identificarlas más fácilmente. Entre estos mecanismos se encuentran los programas de inmunidad, parecidos a los programas de “testigo protegido” que funcionan en otras ramas del derecho. Desde hace casi veinte años la autoridad de competencia económica en México cuenta con uno de estos programas. Para que funcionara se tuvo que crear un área especializada en la detección de cárteles, así como en la aplicación y seguimiento del Programa de Inmunidad.

Al principio los agentes económicos arrepentidos de su conducta no estaban muy seguros de si adherirse a este programa, pues no tenían completa certeza de que funcionaría. Además, no estaba claro que, no solo las empresas mediante sus representantes legales podían adherirse al programa, sino también los individuos que trabajaban en dichas empresas.

No obstante, diversas reformas de la ley de competencia fueron dando certeza al programa de inmunidad y generando incentivos para adherirse a él. Por ejemplo, se le dio a la autoridad la posibilidad de realizar visitas de verificación a las empresas, las cuales funcionan como las auditorías sin previo aviso: la autoridad puede llegar a una empresa a recabar y copiar su información para revisarla en busca de evidencia de conductas anticompetitivas. Estas visitas crean incentivos para que una empresa revele voluntariamente si participa en una conducta anticompetitiva, pues generan la percepción de que la autoridad ya cuenta con la información y terminará encontrando evidencia de los problemas si busca bien.

Asimismo, en 2014 se reformó la ley para eliminar las sanciones penales a quien satisfactoriamente se adhiriese al programa de inmunidad, generando así incentivos para reconocer los acuerdos anticompetitivos. Hoy en día en los casi veinte años que tiene el programa, se han presentado cerca de ciento setenta solicitudes de adhesión y mediante ellas se han generado sanciones por cerca de treinta millones de dólares.

El primer solicitante que cumpla con los requisitos obtiene una reducción de multa hasta un salario mínimo. Los siguientes agentes económicos que soliciten este beneficio pueden recibir reducciones de multa de hasta el cincuenta, treinta o veinte por ciento, dependiendo el orden en el que decidan participar en el programa.

Se podría mencionar que no es justo reducirle una multa a quien ha actuado de forma anticompetitiva. Sin embargo, el objetivo primordial de las autoridades de competencia no es multar a las empresas e individuos sino corregir las problemáticas de competencia para que los mecanismos de mercado puedan funcionar adecuadamente en beneficio de la sociedad.

Lo más importante del programa de inmunidad es que permite asegurar a quien se adhiere que su identidad permanecerá confidencial en todo momento. De hecho, la Cofece reconoce que la efectividad comprobada de este programa depende de que la confidencialidad de la identidad sea celosamente guardada, por lo que nunca pondría el programa en riesgo.

Para quien ha participado de manera directa o en representación de una persona moral, en una conducta anticompetitiva mediante la cual se acordó no competir con otra empresa y desee adherirse al programa de inmunidad, debe presentar su solicitud por medio de correo de voz al número telefónico +52 (55) 27-89-66-32 o enviar un correo a inmunidad@cofece.mx

@RodrigoAlczarS1

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