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Opinión

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Desafiante entorno para el Banco de México

Dado el actual ambiente, caracterizado por riesgos para la inflación, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió por unanimidad, mantener el objetivo para la tasa de interés

En su tercera reunión del año, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió, nuevamente por unanimidad, mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria en un nivel de 4 por ciento.

En el comunicado oficial se destacó que la economía global ha venido recuperándose, si bien dicha recuperación ha sido heterogénea entre naciones y sectores, y que responde a la disponibilidad de vacunas y a la magnitud de los estímulos al gasto.

En cuanto a la inflación global, se mencionó que el índice general en las economías avanzadas se ha acelerado recientemente, reflejando presiones en los precios de materias primas; principalmente energéticos, además de efectos de base de comparación y algunas presiones de costos.

En cuanto al escenario doméstico, el banco central comentó que, a pesar de que la recuperación económica se desaceleró en el primer trimestre, se prevé un mayor crecimiento para el año y señaló un balance de riesgos más equilibrado. No obstante, se siguen vislumbrando amplias condiciones de holgura para la economía, lo que implicará mayor heterogeneidad en el ritmo de crecimiento entre sectores.

Respecto a la inflación, principal guía de la política monetaria en México, el comunicado destacó que los efectos globales antes descritos influenciaron el índice anual general, el cual se aceleró más de lo previsto, alcanzando un nivel de 6.08% en abril pasado. Lo anterior como consecuencia del incremento anual de 4.13% en el componente subyacente y de 12.34% en el no subyacente.

A pesar de lo anterior, el órgano central mencionó que se sigue estimando que tanto el componente general como el subyacente converjan a la meta de 3% desde el segundo trimestre de 2022. Lo anterior destacó debido a que supone que las recientes aceleraciones en el índice son de naturaleza transitoria, por lo que no existirían elementos para empezar con una política monetaria restrictiva el próximo año como algunos miembros del mercado anticipan.

En esa línea y, como hemos mencionado anteriormente, es vital prestar atención a la aceleración del componente subyacente (mercancías y servicios), el cual, por su composición, muestra mayor influencia a los mecanismos de transmisión de política monetaria de los bancos centrales.

En el anterior contexto, si bien la inflación general estuvo fuertemente influenciada por la dinámica de los energéticos, de algunas materias primas y agropecuarios y la compleja base comparativa, el elemento subyacente muestra resistencia a descender y ante la relajación en las medidas de confinamiento y el potencial traspaso del elemento no subyacente al subyacente, no podemos descartar episodios de mayor aceleración a la previsto en este importante componente.

Dado el actual ambiente, caracterizado por riesgos para la inflación, la actividad económica y los mercados financieros que plantean una coyuntura desafiante para la política monetaria, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió por unanimidad mantener el objetivo para la tasa de interés.

Dicha decisión, no toma por sorpresa al mercado, ya que era ampliamente esperado este nulo movimiento después de que riesgos inflacionarios, tanto internos como externos, han empezado a materializarse.

El comunicado mencionó un elemento primordial: el balance de los riesgos que podrían incidir en la trayectoria esperada de la inflación en el horizonte de pronóstico es al alza, con lo que el banco central reconoce las crecientes presiones inflacionarias y reafirma la protección de su mandado constitucional de velar por el poder adquisitivo de la moneda.

Finalmente hay que mencionar que notamos en el comunicado cierta confianza de que el anclaje de expectativas continúa siendo robusto y que las fuertes aceleraciones en el componente inflacionario se irán desvaneciendo en el horizonte en el que opera la política monetaria para regresar al intervalo de variabilidad propuesto por Banxico: alrededor del 3% más menos un punto porcentual.

Por lo anterior, seguimos con una expectativa de que cualquier ventana de oportunidad a futuros recortes en la tasa objetivo se ha cerrado, con lo que finalizaría el 2021 en un nivel de 4 por ciento. En cuanto al 2022 y con base en lo expuesto, no podemos descartar graduales incrementos en la tasa objetivo.

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