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Dilemas del sector aéreo
Quien quiera que sea la próxima presidenta de la República, es un hecho que tendrá frente a sí muchos retos, empezando por el de las finanzas públicas y la viabilidad de la industria mexicana en el contexto del nearshoring y de la próxima revisión de los términos del T-MEC.
Es cierto que hay, además, cientos de cuestiones en las cuales poner atención, pero también es necesario que los equipos de campaña de hoy y de gobierno mañana, pongan el acento en actividades que son esenciales para apuntalar sectores como el turismo y el comercio y para hacer un país bien conectado, donde cada vez haya menos marginalidad.
Ahí es donde entra el transporte aéreo, y la verdad es que ha sido muy poco lo que se ha asomado en las propuestas de gobierno de las candidatas y menos del candidato de la sonrisa, pese a que se les han hecho llegar tarjetas, documentos, propuestas, cifras, prospectivas, estudios y demás que, por lo visto, se quedan en el escritorio de alguien. Hay por lo pronto 4 temas que deberían ser parte de un discurso bien hilvanado y no sólo como comentarios de paso. Nos referimos en primer lugar, al tema aeroportuario que ha merecido unas cuantas alusiones; el asunto de las aerolíneas (sean privadas o públicas); la estructura de la autoridad aeronáutica civil y el necesario plan de carrera que lo acompañe; y lo que muy probablemente venga en materia de acuerdos bilaterales de aviación, en particular el de México-Estados Unidos.
Agencias como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), ALTA, Canaero, aerolíneas y diversos agentes de la industria, se han referido a los riesgos para la aviación mexicana si no se tiene un plan que la perfile hacia un mejor lugar en el futuro.
Por ejemplo, Cintya Martínez, country manager de IATA en México, se refirió a la necesidad de poner el foco en el tema de la Seguridad Operacional, sobre todo una vez que México recuperó la Categoría 1 y la necesidad de mantenerla, lo que implica ceñirse a la normatividad internacional de la OACI. Además, se refirió a los planes maestros de los aeropuertos que deben ponerse a consideración de la industria para que las aerolíneas puedan hacer sus planes.
Recordemos que en aviación los planes se hacen a muy largo plazo y, hasta ahora, el plan maestro del AIFA es un documento casi secreto, pese a que es parte esencial de la estructura del transporte metropolitano y del futuro del desarrollo urbano del Valle de México, que nadie sabe para dónde se perfila.
En el caso del convenio bilateral de aviación con los Estados Unidos, está el tema de la posible cancelación de la alianza Delta-Aeroméxico y la inhibición de otras alianzas, como la de Viva Aerobús con Allegiant, que promovería el Departamento de Transporte de aquel país (DOT) en vista de los incumplimientos que ha hecho México en el marco del bilateral vigente. La cancelación de esta alianza tendría efectos nocivos para todos, porque nuestras aerolíneas perderían competitividad y se desperdiciarían beneficios por más de 800 millones de dólares, de acuerdo con las cifras que se han mostrado al DOT. Urge que alguien ponga la atención en este tema.