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Opinión

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Dos vecinos peleando por agua

Cuando yo empezaba en el periodismo, un redactor, con muchos más años que yo en este planeta y en las noticias en televisión, me dio un par de consejos. “Dales siempre la noticia por delante”, me dijo... “Cuenta la historia en los primeros 15 segundos, si la sabes presentar haciéndola interesante, la audiencia se quedará contigo”.

El segundo consejo... “Cuando puedas, dale un toque positivo a lo que estas contando, no quieres que tus noticias le causen agruras a la audiencia”.

Hoy recordando estas dos recomendaciones voy a hacer caso de ellas, aquí le va la historia por delante: 

¡Estados Unidos y México, se están quedando sin agua! - y buscando soluciones van a tener que probarse que tan amigos son uno de otro, porque va a haber tirones.

La ciudad de Phoenix en Arizona quiere sacar el agua del Mar de Cortes en Puerto Peñasco Sonora, pero al hacerlo, en México nos dejaran la basura tóxica que resultará.

Ahora, francamente lo difícil es que la segunda recomendación de mi amigo redactor es más difícil de cumplir. ¿Cómo contarle a usted esta historia, sin causarle agruras? Especialmente cuando la primera parte ya es para preocupar a cualquiera.

Aquí va mi intento: lo positivo es que hay varias posibilidades de solución porque los dos países comparten los mismos océanos en sus costas. Lo difícil es que en esa solución tendrá que haber perdedores y ganadores.  Y ya sabe usted lo que se dice de mis amigos de este lado de la frontera... “Que por delante van los intereses, no los amigos”.

Ahora la segunda bronca será también, buscar y llevar agua para el norte de México y para su capital en el centro del país, porque eso va a costar millones de millones de pesos y de dólares.  Usted ya seguramente adivinó se trata de desalinizar los océanos. El concepto y la realidad de la desalinización no son nuevos, pero nunca habían sido comprobados como ahora en unos 15 países.

Usted ya sintió el calor endemoniado del 2023, siento mucho comunicarle que el de los años por venir va a ser aún más intenso.  Ahora imagínese no tener agua. 

No solo es el calentamiento global, sino que las nieves del Popocatépetl que sirvieron para darle agua a la capital del país hoy ya no son una realidad con que se pueda contar.  Porque al bendito volcán, quién sabe cuándo se le ocurrirá volverse pasivo como antes. 

Hay otras soluciones. Israel ya nos lo probó usando agua del mediterráneo para convertir al desierto en un vergel.

Pero a los israelíes extraer el 60 % del agua le cuesta miles de millones de Shekels, que están a 4.80 cada uno por dólar.

En Estados Unidos, la ciudad de Phoenix en el desierto de Arizona está dispuesta a obtener agua a como dé lugar y el mejor proyecto por las distancias, es llevar esa agua desde el mar de Cortes en México.  El proyecto es que la misma gente que hizo el milagro en Israel lo haga en Sonora.  La planta desalinizadora costaría más de cinco mil millones de dólares, porque hay que bombear agua cuesta arriba, más de 600 metros por más de 200 kilómetros.

Phoenix ya anuncio que no hay hoy, ni habrá en el futuro, agua para todos sus proyectos de expansión territorial.

California, Texas y Florida ya están construyendo plantas de desalinización, pero no es comparable porque estos tres estados tienen costas y no necesitan, como Arizona andar pidiendo el favor. 

En Arizona, mientras, los ambientalistas no ven con lentes color rosa todo este proyecto y dicen que la idea, “no solo es absurda, sino hasta tonta”. 

La fuente de donde Arizona quiere sacar el agua a desalinizar está en Puerto Peñasco el lugar desértico en Sonora en donde los estadounidenses con dinero han re-colonizado con casas modernas de concreto, piedra, cristal y aire acondicionado.

El problema es que fuera de las zonas de glamour, casi la mitad de los sonorenses que viven ahí sufren el calor en la miseria y sin agua.  Para ellos habría un poco de más agua, pero no mucha.  Al final, Phoenix es quién paga por el proyecto de desalinización del agua, y nadie está poniendo como condición que antes de llevarse el agua a Arizona, la gente de Sonora la comparta. 

Y hay algo peor aún.  Las plantas de desalinización consumen mucha energía y crean un desecho potencialmente dañino para el medio ambiente llamado popularmente salmuera (que es en realidad un compuesto de sal concentrada y residuos químicos), que se vierte otra vez en el océano, se inyecta bajo tierra o se esparce en la tierra.

Cada 100 galones de agua de mar producen alrededor de 50 galones de agua potable y otros 50 galones de salmuera que tiene un contenido de sal que es aproximadamente el doble que el agua de mar. Regrese usted esa agua al Mar de Cortes, que es donde esta Puerto Peñasco y verá el enorme daño que eso causará.

Le apuesto lo que usted quiera, que usted no sabe que más de la mitad de la pesca en todo México se extrae del Golfo de California.

Eso me trae a Nélida Barajas Acosta, directora ejecutiva de “CEDO, Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos, que ha sido citada diciendo... “El agua se ira a Phoenix, pero el daño ambiental se quedará en México”.

En Arizona, Jennifer Martin, del “Sierra Club” organización de defensa del ambiente, también se opone... “La desalinización simplemente no es sostenible" debido al alto uso de energía asociado con el proceso y la gran cantidad de salmuera producida como subproducto. A Jennifer como a todos los ambientalistas de Arizona les preocupa que los ductos con agua necesitarían forzosamente cruzar y afectar el Monumento Nacional protegido llamado “Organ Mountains-Desert Peaks”, y eso dice Jennifer no es aceptable.

En México, el presidente López Obrador ha dicho estar abierto a escuchar a todos los lados en esta nueva controversia. Esto es crucial porque el agua y el subsuelo son propiedad de la nación y solo el gobierno federal tiene jurisdicción directa.

Quizás, lo más importante es que, lo que ocurra en Puerto Peñasco, arrojará muchos nuevos conocimientos sobre si la desalinización es algo viable para sacar a México del broncón que se le viene por la creciente falta de agua. 

Cada vez que usted abre el grifo de agua en la ciudad de México y sale agua a presión, usted está presenciando un milagro.

Debido al descuido, la ignorancia y también a las instalaciones viejas de transporte de agua, más de 73 millones de los 129 millones de mexicanos que viven en nuestro país sufren de enormes carencias de agua todos los días, y esto va a empeorar. El calentamiento global es real y el agua ya se convirtió en México en un objeto de codicia y de intercambio entre mafias. El sistema Cutzamala, por más arreglos que le hagan es insuficiente.

CourtHouse News, el servicio en Internet ha reportado insistentemente sobre la escasez de agua que hay desde el estado norteño de Nuevo León, donde los embalses casi se secaron por completo el verano pasado; hasta Ecatepec, al norte de la capital del país, donde las mafias manejan ya un comercio ilícito de agua. 

Mientras, Estados Unidos ya le comunicó a México que no podrá seguir cumpliendo sus acuerdos bilaterales de compartir agua con los estados del norte mexicano, porque el Río Colorado se está secando. 

No es que no quieran compartir el agua, es que no hay ya agua que compartir.

Hay soluciones del siglo 21 que en Estados Unidos se están aplicando ya.  Por ejemplo, cerca de Phoenix en el desierto se está construyendo una de las plantas de captación de energía solar más grande de Estados Unidos.  Su uso será para bajar el enorme costo que representa llevar el agua desde el Mar de Cortes y a través del desierto hasta las ciudades de Arizona. 

Operar las plantas de desalinización requieren una enorme cantidad de energía. 

Segunda bronca; El Proyecto de captación de energía solar llevará energía a México también, pero antes los problemas de dispersión y captación de energía entre México y Estados Unidos tienen que resolverse.

Este problema del agua nos está golpeando a todos.  En donde quiera que nos esté leyendo hoy, puede apostar a que, pronto, esto también le afectará. 

El estado de Arizona necesitará financiar los 5,500 millones de dólares que va a costarle el chistecito de llevar agua desde Sonora. Eso quizás nos de ideas de donde sacar las montañas de dinero para traerle agua, no solo a la capital, sino a todo el Valle de México.

Pero antes es solo cuestión de tiempo ver a los dos vecinos... peleando por agua.

Durante tres décadas Armando Guzmán ha estado al frente de las coberturas noticiosas más importantes en Washington DC. Televisión, Radio, Prensa escrita, Internet. Armando tiene una presencia diaria en todos los medios en México y Estados Unidos cubriendo los ángulos más serios de las noticias y emitiendo un análisis imparcial, claro y a fondo. Es el periodista que más sabe y entiende lo que ocurre en Estados Unidos, y conoce y entiende también lo que ocurre en México. Conoce a las figuras nacionales estadounidenses que hacen noticia, y lo mas importante esas figuras lo conocen y respetan su trabajo.

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