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Opinión

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El INE no se toca: un nuevo comienzo

“El poder de la gente, es más grande que la gente en el poder” escribí en mi cartel para recordarme y recordarle a los mexicanos que encontré durante la marcha histórica del 13 de noviembre, que, sí nos la creemos, podemos crear y co-crear juntos una nueva realidad. 

Durante mucho tiempo hemos creído equivocadamente que el poder se concentra en manos de quien gobierna, de políticos, en su mayoría corruptos, que han hecho y deshecho con México lo que han querido. Nos hemos equivocado eligiendo a los peores gobernantes o conformándonos con el mal menor. Es hora de recordar que el poder es nuestro y está en nuestras manos. 

Nos ha faltado creer que podemos construir verdaderas alternativas si nos atrevemos a (RE)imaginar nuestro país, nuestros sistemas y posibilidades para co-crear una nueva realidad. Hacernos las mismas preguntas de siempre invariablemente nos conducirá a respuestas insuficientes, tanto como seguir haciendo lo que hemos hecho hasta hoy, nos llevará a obtener los mismos resultados. No podemos conformarnos con tan poco. Podemos y debemos aspirar a mucho más.

El domingo 13 de noviembre, millones de mexicanos salimos a las calles en todo el país para gritar lo que durante mucho tiempo callamos. Después de tolerar lo intolerable, la realidad nos está abriendo los ojos para recordarnos que nunca antes nuestra libertad y nuestra democracia habían estado tan amenazadas desde el poder. 

La decisión del presidente de modificar la Constitución e insistir en reformar la Ley Electoral a cualquier precio, es señal de alerta porque refleja su determinación para controlar al árbitro electoral, convertirlo en su brazo político y garantizar la permanencia de su partido en el poder para perpetuar un proyecto político de cuarta que, lejos de generar mayor bienestar y progreso, ha sido motor de retroceso y deterioro para México.  

Caminar junto a miles de mexicanos fue un rayo de esperanza en tiempos en que la mentira y el cinismo pretenden opacar nuestra realidad a toda costa; una auténtica celebración en las calles que a muchos nos puso la piel chinita y nos sacó lágrimas porque sentimos que unidos somos invencibles. Porque nos hizo ver a los ojos, sentirnos y alzar una sola voz para gritar: “El INE no se toca”, “Todos de la mano del INE ciudadano”, “Se ve, se siente, el INE está presente”, “El pueblo, unido jamás será vencido” entre tantas otras consignas y cantar nuestro Himno Nacional “al grito de guerra”. Vaya momento para recordar y asumir el compromiso de ser “un soldado en cada hijo” para esta patria que nos necesita más fuertes y más unidos que nunca. 

Marchando, le recordamos al presidente que las calles no le pertenecen, como tampoco le pertenecen el INE, ni el país y mucho menos nuestro futuro. Le recordamos que no somos unos cuantos, somos millones pensando, actuando, proponiendo, generando valor, dispuestos a dar la batalla para no perder lo que con tanto esfuerzo hemos construido durante muchos años. Le recordamos que no somos racistas, ni clasistas, ni hipócritas y que no caeremos en su trampa de etiquetarnos y dividirnos. Quizás eso fue lo que más le dolió, ver las calles inundadas en un ambiente de júbilo y celebración en donde todos los méxicos estuvieron representados, en donde la diversidad se convirtió en nuestra fortaleza, porque le demostramos que sí podemos enfocarnos en lo que nos une y no en lo que nos divide. 

La historia nos da muchas lecciones y una de ellas es que, entre más se expande el tamaño de un gobierno, más se contrae la libertad de los ciudadanos. Los mexicanos NO estamos dispuestos a ceder nuestra libertad ante el capricho de nadie, mucho menos de un solo hombre. La marcha me recordó a otras en donde repetíamos una verdad que a veces olvidamos, “no nos conocemos, pero nos necesitamos.” No hay tiempo que perder.

Aunque el propósito de la marcha fue y es defender al INE ante una amenaza inminente, tenemos que ir mucho más lejos para convertir esta amenaza en nuestra mayor oportunidad. Hagamos que este punto de inflexión sea un nuevo punto de partida para (RE)imaginar y co-crear juntos, tal como marchamos, un nuevo comienzo para México. Que a los políticos les quede muy claro que, los ciudadanos mandamos con el voto, con nuestra vigilancia y participación activa, en las calles y en las redes, proponiendo, exigiendo y asumiendo nuestra responsabilidad. 

No será fácil ni rápido, pero tengamos la certeza que nuestro despertar tiene que ser definitivo para recuperar a México y construir esa realidad en la que todos quepamos, en la que todos podamos contribuir y hacer la diferencia. Que esta marcha sea la expresión de un nuevo amanecer. Esa es mi esperanza y la de millones de mexicanos. 

Twitter@armando_regil

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