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Opinión

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El MexDer cumple 25 años

Cuando los derivados son utilizados como un seguro de precios, su función es precisamente la de fijar un precio desde hoy para una fecha futura, permitiendo a los empresarios administrar sus riesgos derivados de la volatilidad en el tipo de cambio, en las tasas de interés o inclusive en materias primas.

En 1998 vio la luz el Mercado Mexicano de Derivados de la Bolsa Mexicana de Valores. Foto:  Archivo EE

En 1998 vio la luz el Mercado Mexicano de Derivados de la Bolsa Mexicana de Valores. Foto: Archivo EE

El pasado jueves tuve el honor de participar en el festejo del 25 aniversario del MexDer en las instalaciones del Grupo Bolsa Mexicana de Valores, evento al que asistieron también grandes personalidades del sector financiero de nuestro país, liquidadores, operadores y la mayoría de las personas que tuvimos el gran reto de fundar y lanzar un mercado de derivados listados en nuestro país.

Corría el año de 1995, y tras el famoso error de diciembre de 1994, la economía mexicana sufría de una devaluación de más del 100%, las tasas de interés habían pasado de niveles cercanos al 20% a niveles de prácticamente el 100%, lo que generó que se dispararan las carteras vencidas en los bancos, ya que los empresarios que tenían pasivos en dólares o en pesos, de pronto se habían vuelto impagables y los inversionistas extranjeros habían perdido totalmente la confianza en México.

Es en ese entorno que se decide poner al alcance de los mexicanos, una poderosa herramienta que les permitiera hacer frente a los cambios bruscos en las cotizaciones del tipo de cambio, de las tasas de interés e inclusive de las acciones que cotizaban en Bolsa, a través de crear una Bolsa de Instrumentos derivados listados: el MexDer, que casualmente coincidía con el relanzamiento del futuro del peso en la Chicago Merchantile Exchange en ese mismo año.

Tras varios años de esfuerzo y dedicación diseñando el marco regulatorio y operativo, nace el MexDer, Mercado Mexicano de Derivados, S.A. de C.V., estrenándose con el lanzamiento del futuro del dólar de los Estados Unidos el 15 de diciembre de 1998.

Mucho se han satanizado los instrumentos derivados y se les ha responsabilizado de diversas crisis en el mercado financiero, pero aquí cabe hacer dos importantes distinciones:

1. Existe un mercado de derivados OTC o extrabusátil (Over the Counter, por sus siglas en inglés) que si bien se adapta exactamente a las necesidades de los clientes, presenta un riesgo contraparte o de incumplimiento por parte del emisor del instrumento, generalmente grandes bancos de inversión, (tenemos el caso de Lehman Brothers en la crisis de 2008, el cual se declaró en quiebra e incumplió sus contratos derivados) y los listados, que tienen como característica principal el contar con una Cámara de Compensación que responde por todas y cada una de las operaciones del mercado, y que en México le corresponde a Asigna, Compensación y Liquidación, la cual cuenta con una calificación “AAA” otorgada por las principales agencias calificadoras del mundo.

Los contratos que se negocian son 100% estandarizados en cuanto a calidad, cantidad, fecha y lugar de entrega, siendo la única variable a negociar el precio, lo que dicha sea de paso genera que haya una buena liquidez en el mercado, es decir, que siempre haya un comprador o vendedor para mis posiciones en un mercado abierto, transparente y con precios públicos. Donde se han generado los problemas han sido precisamente en los mercados OTC.

2. El segundo factor tiene que ver con el uso que se les da a estas poderosas herramientas, ya que pueden ser utilizadas como un atractivo pero riesgoso instrumento de inversión por su nivel de apalancamiento, o como un seguro de precios.

Cuando son utilizados como un seguro de precios, su función es precisamente la de fijar un precio desde hoy para una fecha futura, permitiendo a los empresarios administrar sus riesgos derivados de la volatilidad en el tipo de cambio, en las tasas de interés o inclusive en materias primas como los granos, metales, energéticos por mencionar algunos.

En estos 25 años el MexDer ha demostrado ser un mercado sólido para hacer frente a la volatilidad que hoy enfrentan los empresarios de nuestro país en un mundo globalizado, donde los precios en los mercados están determinados por lo que sucede en el planeta entero y no solamente por lo que pasa en nuestro país.

Hoy mi recomendación a los empresarios mexicanos, tanto pequeños, medianos y grandes, es que se acerquen al MexDer para hacer sus coberturas, particularmente en un entorno en el que las tasas de interés han subido fuertemente, hay grandes conflictos geopolíticos y el próximo año será electoral tanto en México como en Estados Unidos.

Felicidades a MexDer y que sean muchos más por el bien de México.

aga@gamaa.com.mx

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