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Opinión

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El mito de la IED

Desde la entrada en vigor del tratado de libre comercio con Canadá y EU (TLCAN–T-MEC) en 1994, la inversión extranjera directa (IED) ha venido aumentado antes, era España quien desde hace siglos invierte en nuestro país en sectores tan diversos como la hotelería, restaurantes, editoriales y recientemente en bancos, aseguradoras y energías renovables. Desde la apertura comercial decretada entre 1982-1988 somos el país con más tratados de libre comercio a la par con Israel y que asciende a 50 países. Con esta tendencia de apertura, no obstante, hemos desaprovechado enormemente la vasta red de mercados disponibles para nuestros bienes y servicios con ello, perdemos una cantidad considerable de inversión que podría llegar de decenas de países. En sentido amplio, la IED debe entenderse como la disposición de los países a recibir el dinero de otros ya sea para otorgar servicios (hotelería, servicios bancarios, franquicias) o para producir (manufactura, maquila); sino para establecer una red de comercio multilateral para producir riqueza que, sabemos, sólo puede surgir mediante el intercambio. El potencial real para ampliar de forma significativa los niveles de inversión no sólo lo otorga el estado de derecho, la logística, la seguridad o la vecindad con EU y Canadá, sino la amplia capacidad para intercambiar bienes y servicios entre el país receptor de la inversión y el inversor.

Antes del TLCAN apenas alcanzábamos 4 MMDD de inversión anual, para el 2000 eran 10.3 MMDD, los años 2022 y 2023 la cifra fue de 35 MMDD en cada uno. Al verlo así es claro que México ha comenzado a verse como un destino relevante para invertir, generar fuentes de trabajo e impuestos para el gobierno. A pesar de no tener una relación comercial con la región con mayor capacidad de compra, Brasil, sin embargo, obtuvo el años pasado 85 MMDD. Es grave, si desagregamos los montos de estos 35 MMDD por año representan en 97%, reinversiones por lo que tan sólo 3% son inversiones nuevas lo que no es una buena señal teniendo en cuenta 30 años de apertura de nuestras fronteras y mercados. Por otra parte, el nearshoring del que todos hablan con expectativa, infortunadamente es EU quien mayormente se ha beneficiado de este proceso, le siguen Vietnam, Corea del Sur y Canadá, mientras que México ha recibido la irrisoria cantidad de 400 MDD. En la actualidad en Alemania, China y EU existen plantas y laboratorios que cuestan 45 MMDD cada una ese es nuestro tamaño. Para poder aspirar a tener una economía que realmente disminuya la pobreza de forma constante y promueva efectivamente la dignidad humana, debemos comenzar por no seguir festejando niveles tan bajos de IED y comenzar a dejar de ser fantasiosos y de una vez por todas detonar niveles al menos 3 veces más de lo que logramos no sólo de extranjeros, sino de nacionales tanto del gobierno como de los particulares, no podemos seguir danzando alrededor del presupuesto público por ahí ya no se crece.

Doctor en Desarrollo Económico, Doctor en Derecho y Doctor en Historia del Pensamiento Filosófico Especialidades en desarrollo económico en Oxford University y en Economía Internacional en Georgetown University. Profesor en la Universidad Panamericana y la Ibero. Ha colaborado en la Presidencia de la República, el Banco de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, fue Ministro de Asuntos Economicos de la Embajada de Mexico en EEUU (Washington). Autor de libros en Regulación Financiera, Historia Económica, Política Fiscal, Políticas Públicas y Ética.

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