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El paso a paso para empezar a invertir (IX)
La semana pasada dimos un ejemplo de cómo podría verse un portafolio conservador y otro muy agresivo, ambos de largo plazo. Extremos opuestos tanto en riesgo (volatilidad del portafolio), como en rendimiento esperado o potencial.
El legendario inversionista Warren Buffett recomendó en el 2013, dentro de la carta anual a los inversionistas de Berkshire Hathaway, un portafolio muy simple que cualquier inversionista podría usar. Explicó que tanto él como su socio, Charlie Munger, han hecho su carrera y han tenido éxito gracias a su análisis detallado de las empresas. Muchos inversionistas, no tienen esa experiencia ni quieren dedicarse a eso. Si son listos, sabrán que no saben lo suficiente de una empresa específica para poder predecir su poder de generar ingresos en el futuro.
La buena noticia es que el inversionista típico, no profesional, no necesita estas habilidades (como ya dijimos en esta serie). Su objetivo no es escoger las empresas “ganadoras”, sino simplemente ser dueño de una buena variedad de empresas de diferentes sectores, que en su conjunto, tendrán un buen desempeño. Un índice, como el S&P 500 de empresas de Estados Unidos, les permite hacer precisamente eso.
El portafolio recomendado por Warren Buffett se parece un poco al portafolio agresivo que mencionamos la semana pasada. Consiste sólo en dos clases de activos: 90% en un instrumento de bajo costo que replique al índice S&P 500, y el otro 10% en uno que invierta en bonos del gobierno de Estados Unidos de corto plazo.
De hecho, ha especificado en su fideicomiso testamentario que las inversiones que queden a nombre de su esposa sean invertidas de esta manera. Muy simple, pero también muy eficiente históricamente.
Warren Buffet añade que los rendimientos de este portafolio a largo plazo serán superiores a los que lograrán la mayoría de los inversionistas, incluso instituciones e individuos de alto patrimonio que pagan altas comisiones a asesores y estrategas de inversión.
No obstante, este portafolio no es para cualquiera. De hecho, haciendo un backtesting (simulación de cómo se habría desempeñado en los últimos 35 años), aunque su desempeño ha sido estelar con un crecimiento anual compuesto mayor a 17%, este portafolio ha llegado a experimentar caídas de casi 50% en ciertos periodos. No apto para cardíacos, ni para personas cercanas a su retiro, sólo imagínate llegar con 10 millones de pesos y que en pocas semanas el valor de tu portafolio se reduzca a la mitad.
Otra de las críticas es que es un portafolio no globalizado, se concentra únicamente en empresas e instrumentos de deuda de Estados Unidos, aunque fácilmente podría adaptarse. La idea es la simplicidad.
Uno de los portafolios más clásicos de toda la literatura financiera, también en Estados Unidos y que además es recomendación de muchos asesores de inversión, es el portafolio 60/40 que se considera para personas con tolerancia al riesgo “moderada” y aquellas que están cercanas a su retiro (o ya en esta etapa, porque uno puede seguir invirtiendo una parte de su dinero a largo plazo). Básicamente consiste en 60% en empresas (acciones) y 40% en instrumentos de deuda.
Recordemos: la idea es que las inversiones en acciones nos den crecimiento, los instrumentos de deuda estabilidad. Sin embargo, también son muchos los críticos, especialmente en los últimos años donde las tasas de interés de los instrumentos de deuda han sido sumamente bajas e inferiores a la inflación. Muchos dicen que si bien en el pasado fue un portafolio adecuado, hacia futuro quizá no logre generar el mismo nivel de rendimiento que permita que las personas consoliden el patrimonio que necesitan para su retiro. Hablaremos más en la siguiente entrega.