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FIRA y la participación de la mujer en sector primario y rural (II)
Ayer en este espacio mencioné tres condiciones laborales (acceso a servicios de salud, tipo de contratos laborales e ingreso) de las mujeres que trabajan en el sector primario. Básicamente, con las cifras que cité, al compararlas con el resto de la economía, se concluye que las mujeres en el sector primario 69% de ellas vive en zonas rurales presentan condiciones laborales con oportunidad de mejora
En esta ocasión, explicaré cómo el financiamiento de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) contribuye a mejorar dichas condiciones.
En el 2015 FIRA otorgo créditos a 1.2 millones de personas, de éstas, 78% fueron mujeres.
Los créditos que solicitaron las féminas están distribuidos de la siguiente forma: 94%, en financiamiento rural (microcréditos), y el restante 6%, en actividades agropecuarias, silvícolas y pesqueras.
FIRA no sólo reconoce el potencial de la mujer en el sector agropecuario y rural, también es consciente de que es un sector vulnerable y con diferentes barreras que le impiden el acceso al crédito.
Con el objetivo de mejorar este acceso, del total de acreditadas que FIRA apoyó en el 2015, 88% de ellas fueron mujeres con un ingreso neto anual menor a 1,000 salarios mínimos (SM); 11% de las mujeres, con un ingreso neto anual entre 1,000 y 3,000 SM, y sólo 1% fueron mujeres que tienen un ingreso neto anual de más de 3,000 SM.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015, 13% de las mujeres de zonas rurales tiene acceso a créditos formales, esta cifra aumenta 26 puntos porcentuales si se considera el crédito informal.
Cabe resaltar que, con el objetivo de mejorar la inclusión financiera de la mujer en el sector rural en el 2015, del total de mujeres apoyadas por FIRA, 37% de ellas obtuvo por primera vez un crédito fondeado con recursos de esta institución.
Un caso que ejemplifica cómo el financiamiento a mujeres en zonas rurales mejora sus condiciones laborales y de vida es el de la Asociación Pro Mujer de México.
Esta organización, beneficiaria del fondeo FIRA, otorga créditos, capacitación y servicios de salud a grupos de mujeres, preferentemente, de zonas rurales, para que inviertan sustentablemente en sus negocios y, así, mejoren sus ingresos.
En conclusión, las condiciones laborales de la mujer en el sector primario y rural son desfavorables respecto del de las mujeres que laboran en el resto de la economía. Segundo, es importante que más instituciones públicas se sumen al financiamiento y trasferencia de tecnologías hacia proyectos productivos dirigidos por mujeres, tal como lo ha hecho FIRA, pues esto se traducirá en mejores condiciones laborales y de vida para la mujer.
* Fredy Yair Montes Rivera es especialista de la Subdirección de Evaluación de Programas de FIRA.