Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

Frankestorm

Estimaciones preliminares calculan que las pérdidas por daños materiales e interrupción de la actividad económica podrían alcanzar los US84,000 millones.

La llamada Frankestorm Sandy es la gran sorpresa de la elección presidencial de Estados Unidos; desafortunadamente para la causa de Mitt Romney, impulsada por el pobre desempeño de la economía en el gobierno de Obama. Ahora, el foco de atención son las emergencias provocadas por la tormenta y sus consecuencias sobre la vida y la economía del noreste de ese país, donde se producen 13,000 millones de dólares cada día: 30% del PIB nacional. En sentido contrario, la suerte le favorece a Obama, que como Presidente en funciones lidera con éxito la tarea de alivio y reconstrucción inmediata a través de la Federal Emergency Management Agency (FEMA).

En la campaña, Romney ha criticado severamente a la FEMA como ejemplo de gasto público inútil, cuyas funciones esenciales son trasladadas a los estados o al sector privado. Otro tema de vuelta al primer plano es el calentamiento global. No existe prueba dura de que la Frankestorm fuese provocada por este fenómeno; sin embargo, su magnitud casi sin precedente y su carácter híbrido, parte tropical y parte de nieve, inevitablemente, alimenta la sospecha de una conexión con el calentamiento global.

Romney y el Partido Republicano niegan que el calentamiento global sea un verdadero problema; incluso, se burlan de Obama llamándolo el hombre que quiere controlar los mares. Un comentario que ya no suena gracioso.

Los especuladores han concluido que todo esto favorece al Presidente y están elevando la apuesta de un triunfo de Obama; ayer, en el Intrade le asignaban un probabilidad de 69% contra 58%, del pasado viernes.

El cierre del mercado de valores de Nueva York es un evento raro; ha ocurrido por la muerte de un Presidente, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, con los ataques terroristas del 2001, en momentos en que ocurren cracs o falla la infraestructura de trading, muy pocas veces por factores climáticos.

En 1985, cerró un día como consecuencia del huracán Gloria; esta vez, lo hizo dos días: lunes y martes, por primera vez desde la gran tormenta de nieve de 1988.

Según algunos especialistas, la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq, que también cerró, pierden 1 millón de dólares diarios.

¿Cuál ha sido el costo económico? Estimaciones preliminares calculan 45,000 millones de dólares en daños, mientras que las consecuencias por la interrupción de la actividad económica podrían ser de dos a tres días del PIB, entre 26,000 y 39,000 millones de dólares, para un total de 71,000 a 84,000 millones de dólares.

Las pérdidas por daños de las compañías de seguro se estiman en alrededor de 7,000 millones de dólares. La mayoría de las pérdidas de daño por inundaciones y casi todas las pérdidas de infraestructura serán cubiertas con gasto público local, estatal y federal.

Las pérdidas por interrupción de la economía seguramente se notarán en los reportes de actividad económica de octubre; sin embargo, se recuperarán en la medida que la económica regrese gradualmente a la normalidad.

La pérdida de riqueza privada y pública, así como la construcción de nueva infraestructura para proteger la ciudad de Nueva York de nuevas inundaciones, provocarán un importante aumento del gasto público y privado durante los próximos meses. Dado que las tasas de interés de corto plazo son cero y muy bajas las de largo plazo, así como que existe una oferta elástica de trabajo dado el elevado desempleo. Este gasto tendrá un efecto multiplicador importante sobre la economía de la región.

Finalmente, la Frankestorm terminará ayudando a la economía.

rfeliz@eleconomista.com.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas

Suscríbete