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¿Fuego amigo?
Apenas si se confirmó que Rosa Icela Rodríguez trascendería al actual gabinete y llegaría al Palacio de Covián surgieron comentarios hostiles, principalmente en las redes sociales, que cesaron cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador aplaudió su designación como futura secretaria de Gobernación y públicamente elogió su desempeño.
Previo a ese espaldarazo presidencial hubo voces morenistas que se quejaron del fuego amigo. Pero en esta segunda andanada contra la funcionaria potosina —más intensa, más perversa— su entorno ubicó a un diversos sectores y empresarios con intereses en las licitaciones, concesiones y contratos con la Secretaría de Gobernación detrás de los ataques. Prohijados por los calderonistas, estos grupos cuestionan la estrategia que siguió el gobierno federal tras la entrega del Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López.
Esta nueva andanada contra Rosa Icela —estiman— no tuvo gran repercusión en la conversación digital, pero confirmarían una intención de complicar el escenario político, incluso antes del inicio de la próxima administración, por parte de algunos sectores de la oposición que fueron plenamente identificados a través del rastreo de las redes sociales.
Del origen de los ataques, quedan pocas dudas. Sobre sus efectos, no hay consenso. En la oficina de Claudia Sheinbaum, por la que han pasado gobernadores de todos los signos partidistas esta semana, quedó constancia de que la actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal ha construido una muy buena relación con ellos, lo que le da elementos importantes para conducir la agenda de gobernabilidad en su próximo encargo. Y que podrá abrir canales de diálogo con los liderazgos opositores en el Poder Legislativo, donde se vivirán semanas intensas.
¿Ataques externos o fuego amigo? El entorno de Rosa Icela identificó una reunión a la que habrían concurrido —entre otros— el extitular de la UIF, Santiago Nieto y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, tras de la cual comenzó a filtrarse que el líder partidista —perfilado para la Secretaría de Educación— tendría la mira puesta en el Palacio de Covián. Lo inverosímil de dichas versiones es que este alineamiento reflejaría un tempranísimo escarceo por una futura nominación presidencial.
¿Rosa Icela 2030? La futura secretaria de Gobernación —atajan— solo quiere construir con mayor solidez una agenda que ayude a Claudia Sheinbaum... si la dejan.
Efectos secundarios
DIVERGENCIAS. Iban para homologar posturas y salieron divididos. Los comisionados de los órganos garantes de la transparencia de las 32 entidades federativas reclamaron airadamente a los cuatro integrantes del Inai por su responsabilidad en la crisis que los tiene al borde de la desaparición. El reclamo estuvo encabezado por Magda Lozano Ocman, comisionada de Quintana Roo, con el respaldo de colegas de Durango y Estado de México, quienes buscan excluir de la estrategia de defensa a los “cuatro fantásticos” —como les llaman con ironía— y abrir un canal directo de diálogo con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. “Primero arreglen sus diferencias y si lo hacen, pueden sumarse a nuestra causa”, emplazó Guadalupe Ramírez Peña, del Infoem. Este viernes, volverán a reunirse y se verá si el Inai —cabeza del Sistema Nacional de Transparencia— es admitido en la mesa. Al margen de esas diferencias, Sheinbaum ya fijó postura: no se requieren grandes organismos ni grandes burocracias para garantizar el acceso a la información pública gubernamental. ¿Así o más claro?
CONTACTOS. En una ruta distinta a la partidista, los gobernadores aceptaron la invitación para reunirse con Claudia Sheinbaum y perfilar los proyectos hídricos y energéticos que priorizará la administración entrante. Mauricio Kuri, de Querétaro, enfatizó la necesidad de superar las divisiones políticas y trabajar por el bien común- “Dejemos atrás las banderas políticas y enfoquémonos en los ciudadanos”, propuso.