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Impacto socioeconómico de la palma de aceite (II)
En la primera parte de este artículo se abordó el tema del cultivo de la palma de aceite, la importancia del estado de Chiapas como principal productor, el impacto socioeconómico por la generación de empleos e ingresos durante todo el año, así como la situación actual del sector de bajos precios
En esta ocasión comentaremos sobre las extractoras de aceite de palma y el fortalecimiento que se está dando al sector a través de FIRA con los productos y servicios para mejorar la competitividad de la red de valor.
En el país existen 11 extractoras de aceite de palma. Ocho de éstas se ubican en el estado de Chiapas, que en suma cuentan con una capacidad para procesar 150 ton/hora racimos de fruta fresca (RFF), la cual está siendo rebasada durante la época de mayor producción y por los incrementos en producción esperada en los próximos años de las plantaciones que están en desarrollo y que, de acuerdo con la Sagarpa, son 10 mil has.
En este contexto, es importante incrementar la capacidad instalada de estas extractoras, fortaleciendo igualmente las que actualmente se tienen para hacerlas más eficientes y que los procesos vayan acorde a la certificación RSPO (Roundtable on Sustainable Palm Oil), para garantizar la trazabilidad y seguridad de red de valor con el objetivo de proporcionar evidencias creíbles que avalen que el aceite de palma se obtiene mediante procesos sostenibles.
En este sentido, FIRA cuenta con servicios de capacitación para fortalecer el financiamiento otorgado en la red de valor, de tal manera que se contribuya para que los procesos se realicen de acuerdo con la certificación RSPO, con lo cual además de realizar prácticas sostenibles se facilita el acceso al mercado.
Por otro lado, y volviendo al tema de la actividad primaria, dado que del 2008 a la fecha se ha incrementado la superficie en 23,915 has, una de las áreas en las que está trabajando FIRA es en el fortalecimiento de esa superficie con financiamiento para fertilizantes, dado que éste es el principal factor que mueve tanto los costos del paquete tecnológico, como los rendimientos por hectárea.
Así por ejemplo, para un productor que aplica 2 kilogramos por planta con los precios actuales (1,300 $/TRFF), tiene en promedio un rendimiento de 14 ton/ha y una utilidad de 8,000 pesos por hectárea, mientras que un productor que aplica 9 kilogramos por planta pueden llegar a tener rendimientos de 30 ton/ha y utilidades de 20,000 pesos por hectárea.
En conclusión, como parte de las actividades de FIRA, se está otorgando financiamiento para fertilización en la actividad primaria y a mejoramiento y ampliación de las extractoras, acompañando dichos financiamientos con asesoría y capacitación en temas organizativos, productivos y financieros; y contribuyendo así al fortalecimiento de la Red de Valor Palma de Aceite mediante un desarrollo sostenible y competitivo como lo marca la misión institucional.
*Bernaldino Perdomo Gregorio es promotor de la agencia Tapachula de FIRA. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.