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Opinión

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Incertidumbre democrática

El castigo electoral en EU nace de poca recuperación y la incertidumbre de los altos costos que han tenido los experimentos de la administración de Obama.

El entorno de incertidumbre que vive la economía estadounidense se ha convertido en un fenómeno estructural, y en esa realidad, los votantes han decidido castigar políticamente al que se percibe como los grandes culpables: la administración actual y el reino del partido demócrata.

Algo similar nos ha sucedido aquí, con el estancamiento estructural de las reformas, lo cual le ha costado a la economía mexicana oportunidades para mejorar su productividad, su posición como destino de inversión productiva y su capacidad de generar mayor crecimiento.

En ambos casos, como en otros similares, hay una respuesta de la población votante. Pedro Schwartz, un respetado politólogo y pensador español, nos advierte: El poder del gobierno en el proceso democrático puede ser objeto de abuso por intereses especiales que buscan redistribuir el ingreso nacional a su favor . Quizás. Pero ésta no es la lección que se deriva del episodio electoral al norte de la frontera.

De alguna forma, el castigo electoral emitido por una población frustrada debido la ausencia de una recuperación económica real, junto con la incertidumbre generada por los futuros altos costos de los experimentos fiscales de la administración de Obama, implica la necesidad de reconocer que, para los agentes cotidianos, los incentivos sí hacen una diferencia.

No hay almuerzo gratis. Habrá un ciclo impositivo oneroso en los próximos años, en la medida que se deberá financiar la reestructura del sistema de salud, así como las diversas rondas de estímulo fiscal.

Éste es el riego de la democracia-independientemente de los méritos de un cambio, si existe descontento o miedo, los votantes actúan en consecuencia.

Por otro lado, debemos reconocer, en las palabras de Raymond Aron, que las virtudes de la democracia parten del principio de competencia pacífica , donde quien sea puede llegar al poder.

Según Aron, una faceta esencial de la democracia es que éste es el único régimen que incita a gobernados a protestar contra gobernantes. La organización del descontento implica ventajas para los de abajo, pero inconvenientes para los de arriba, en la medida que las clases populares pueden decidir el futuro político de aquellos que viven del sistema.

Ésta es, por supuesto, una lección para el país también, en la medida que nos preparamos para 18 meses de intensa competencia electoral, en medio de una incertidumbre generalizada.

rsalinas@eleconomista.com.mx

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