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Opinión

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Inflación, ¡que llegue La Niña!

Tienen que negarles el cilantro a los tacos para que, entonces sí, se haga todo un escándalo por los precios de muchos productos agropecuarios y nos demos cuenta de que hay una crisis en el campo derivada de la sequía que afecta al país.

Dos mil municipios, de los 2,469 que hay en México, enfrentan algún grado de sequía, lo que implica desde la falta de agua potable en las zonas urbanas hasta la pérdida de cosechas y ganado en las áreas rurales.

Esto se refleja, claro en el precio del cilantro, pero también en el aumento de precio de muchos productos del campo, como el chile serrano y su aumento de 23% del mes pasado. Y, en general, en el subíndice de frutas y verduras que acumula una inflación a 12 meses de 18.55 por ciento.

La sequía es un factor básico para estos aumentos, pero también pesa en estos aumentos de precio que muchos de estos productos agroindustriales están sujetos a un impuesto informal y violento impuesto por el crimen organizado.

¿Por qué esta sequía histórica en México no ha provocado una crisis alimentaria sin precedentes en productos como el maíz o el frijol? Simplemente porque está abierta la puerta a las importaciones.

El fracaso de la llamada autosuficiencia alimentaria de este régimen es total y si bien se han puesto barreras a las importaciones, como por ejemplo a los productos modificados genéticamente, la realidad es que tener acceso a los productos del campo de otros países nos ha salvado de una crisis alimentaria.

Es muy probable que este año se iguale el total de la producción nacional de maíz, en torno a los 24 millones de toneladas, con las importaciones de este grano que podrían llegar al cierre de este año a  23 millones de toneladas.

La importación de frijol ha crecido 170% en lo que va del año y es el mismo camino que han seguido otras importaciones como el arroz o el trigo.

Y antes que rasgarnos las vestiduras nacionalistas hay que agradecer que México mantiene esos canales de libre comercio y en todo caso hay que reclamar a los funcionarios pequeñitos del gobierno de López Obrador que tanto se oponen a la “ciencia neoliberal”, porque muchos de los países que han resistido las sequías es gracias a la modificación genética de sus cultivos.

Como va a ser difícil que el régimen cambie su pobre visión dogmática, lo único que queda es esperar a que pronto llegue La Niña. Y, no, no es una referencia al género de la virtual Presidenta electa, sino el fenómeno meteorológico de “La Niña” que promete dejar lluvias en el país, incluso en exceso.

Que los meteorólogos nos ayuden a comprender mejor eso de El Niño Oscilación del Sur, pero lo cierto es que ya dejamos atrás ese fenómeno de mucho calor y poca lluvia para dar paso a una importante cantidad de precipitaciones, básicamente provenientes del Atlántico que prometen dejar mucha agua durante los siguientes tres meses.

Entre otros efectos, veremos cómo influye en los cultivos y en los precios agropecuarios y claro, en la posibilidad de que los siguientes tacos al pastor sí lleven su dotación de cilantro.

Como va a ser difícil que el régimen cambie su pobre visión dogmática, lo único que queda esperar a que pronto llegue La Niña. Y, no, no es una referencia al género de la virtual Presidenta electa, sino el fenómeno meteorológico de “La Niña” que promete dejar lluvias en el país, incluso en exceso.

ecampos@eleconomista.mx

Su trayectoria profesional ha estado dedicada a diferentes medios. Actualmente es columnista del diario El Economista y conductor de noticieros en Televisa. Es titular del espacio noticioso de las 14 horas en Foro TV.

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