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La geopolítica votó en la resolución de la ONU
Mientras la ONU consigue el número de votos necesarios para exigirle a Rusia que pare la guerra en Ucrania, la geopolítica consiguió el número de votos suficientes para hablarnos del mundo que es, y del que viene.
Porque lo que a simple vista es la ausencia de 12 países, 141 votos a favor, 5 en contra y 35 abstenciones, en el trasfondo nos habla de los cortes que llevan los trozos del pastel, con el que las potencias se reparten el mundo.
Así de simple.
Como era de esperarse, la rebanada más grande fue la que incluyó a Estados Unidos y otros 140 países que decidieron condenar las acciones de Rusia. Con sorpresas notables como la de Serbia, tradicional aliado de esta nación, quien probablemente votó así en alusión a los recuerdos que le trajo del 2008 y de Kosovo.
Las sorpresas continúan con la rebanada de los países que estuvieron en contra. Porque si bien las posturas de Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, y Siria eran casi evidentes, la de Eritrea no. Tal vez por la poca presencia que tiene a nivel internacional, que al final no se traduce de la misma manera, en lo que respecta a los intereses de Rusia en el mar Rojo. Un punto geoestratégico, por el que pasa el 10% del comercio mundial, y que conecta a los productores de energía del golfo Pérsico, los mercados occidentales y las industrias de exportación del noreste asiático.
De ahí el que después de la intervención rusa en la guerra civil siria, se intensificaron las relaciones entre Rusia y los países del mar Rojo, con perspectivas prometedoras para Moscú de obtener autorizaciones para instalar bases en la región. Dando pie a que a partir del 2018, Eritrea coopere activamente con el país eurasiático, y que en ese mismo año se haya anunciado, que negociaban la apertura de una base “logística” en su costa.
Continuamos con la rebanada del pastel de los que decidieron abstenerse. Ahí se encuentran China y otros 34, que en su silencio gritan que hablan el lenguaje de la Nueva Ruta de la Seda.
Un proyecto lanzado por China en el 2013, con el que pretende ganar peso como potencia, que consiste en el establecimiento de dos rutas combinadas, una de infraestructuras terrestres y otra marítima, que mejorarían las conexiones entre Asia, África y Europa, dando a China más influencia económica y política a nivel mundial.
Actualmente más de 70 países ya forman parte y esto incluye a países claves en la votación de la ONU como India, Pakistán, Irán e Irak. Resaltando la importancia de Irán en el nuevo eje que Beijing quiere conformar y que se observa además en los ejercicios militares conjuntos que se han realizado con Rusia en el Golfo Pérsico, la dependencia en infraestructura y energía que tienen Irak y Pakistán con Beijing. Siendo tal vez Sudáfrica, la mayor sorpresa de los que votaron de esta manera y que probablemente se explique por la influencia que tiene Beijing en las empresas del sector energético y la aseguración de recursos naturales.
Sin embargo, las razones de India podrían obedecer a razones más relacionadas con Moscú y la dependencia que tiene de ayuda militar con esta.
Así la radiografía de lo sucedido en la Asamblea General Extraordinaria de la ONU.
La geopolítica votó y el mapa ha hablado.
El último en salir apague la luz.
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