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Opinión

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La gestión estratégica de recursos en el Sistema Nacional de Salud en México

En los últimos años, los sistemas de salud de todo el mundo han enfrentado desafíos significativos, como el aumento de la demanda de servicios, la escasez de recursos y la necesidad de maximizar la eficiencia; recordemos que hoy tenemos una expectativa de vida mayor con menor probabilidad de enfrentar enfermedades agudas que pongan en riesgo nuestra vida.

En este contexto, la subrogación de servicios de salud a terceros, mediante la contratación de servicios integrales de salud, se ha convertido en una práctica común en muchos países. La subrogación de servicios de salud a terceros ha sido adoptada por muchos sistemas nacionales de salud como una forma de enfrentar la creciente demanda y las limitaciones presupuestarias. Bajo esta figura, los servicios integrales de salud incluyen la externalización de actividades como la atención hospitalaria, los servicios de laboratorio, la imagenología, la administración de medicamentos y otros servicios especializados.

Sin embargo, esta estrategia presenta sus propios retos, incluyendo la necesidad de gestionar, monitorear y auditar de manera eficiente los recursos subrogados para garantizar la calidad y sostenibilidad del sistema. Entre los principales desafíos se encuentran; la fragmentación en la prestación de servicios, lo que dificulta la coordinación entre diferentes proveedores y puede resultar en duplicación de esfuerzos, retrasos en la atención y errores en la administración de tratamientos. El control y monitoreo de calidad, mantener altos estándares de calidad en los servicios subrogados es un reto, especialmente cuando se trata de garantizar la adherencia a protocolos y la satisfacción del paciente. Los costos de Contratación, la subrogación a terceros puede implicar altos costos de contratación, especialmente si no se gestionan adecuadamente los términos y condiciones de los contratos con los proveedores. La capacidad de Respuesta, la subrogación puede limitar la capacidad de un sistema de salud para responder rápidamente a cambios en la demanda, como picos en la necesidad de atención durante una pandemia, adicionalmente, en el largo plazo se pierde la habilidad de recuperar la gestión del sistema de proveer estos servicios si se descansa enteramente en terceros.

En este escenario, el concepto de yield management, también conocido como revenue management, es ampliamente utilizado en la industria hotelera y aérea, ofrece un enfoque interesante para optimizar la asignación de recursos en los sistemas de salud. A continuación, intentaré explorar la importancia de integrar el yield management en un sistema nacional de salud con el objetivo de mejorar la eficiencia de los servicios subrogados. Esta es una estrategia de gestión de precios y capacidad que busca maximizar los ingresos mediante la optimización del uso de recursos disponibles. Esta técnica se originó en la industria de la aviación en la década de 1970 y desde entonces se ha expandido a diversos sectores, incluyendo la hospitalidad, la energía y el transporte. Se basa en el análisis de datos para predecir la demanda y ajustar la oferta en consecuencia, permitiendo una asignación más eficiente de los recursos y una maximización de los ingresos. El yield management puede conceptualizarse en español como una estrategia de gestión de ingresos y optimización de recursos.

En un sistema nacional de salud, esta estrategia puede aplicarse para optimizar el uso de recursos limitados, como camas hospitalarias, personal médico, equipos de diagnóstico y tratamientos especializados. Igual que en otros sectores, la clave de esta en la salud pública es la capacidad de predecir, mediante el análisis de datos la demanda y ajustar la oferta de servicios de manera eficiente, con el fin de evitar tanto la sobrecarga como la subutilización de los recursos.

Una de las piedras angulares de este modelo de gestión es la capacidad de predecir la demanda, en el contexto de los servicios subrogados, esto implica el uso de herramientas analíticas avanzadas para prever las necesidades de atención de la población en diferentes períodos. Por ejemplo, mediante el análisis de datos históricos y la identificación de patrones estacionales, se puede anticipar la demanda de camas hospitalarias, servicios de laboratorio o tratamientos específicos. Esta predicción matemática permite a los administradores de salud negociar contratos más justos con los proveedores subrogados y ajustar la oferta de servicios en función de la demanda real, reduciendo tanto los costos innecesarios como los déficits en la atención.

La gestión de recursos, entonces, permite la optimización de recursos a través de la gestión dinámica de la capacidad. En lugar de tener un número fijo de servicios subrogados contratados, un sistema de salud puede ajustar la capacidad en función de las fluctuaciones de la demanda. Esto podría incluir, por ejemplo, la renegociación de contratos con proveedores para permitir una mayor flexibilidad en la asignación de recursos o la implementación de sistemas de reserva para servicios especializados. Además, el yield management puede ayudar a identificar y eliminar ineficiencias en la cadena de suministro, garantizando que los recursos subrogados se utilicen de manera óptima.

Al identificar diferentes segmentos de pacientes con necesidades específicas, un sistema de salud puede personalizar los servicios subrogados para satisfacer mejor estas necesidades. Por ejemplo, los pacientes con enfermedades crónicas pueden requerir un tipo de atención continua que se subrogue a proveedores especializados, mientras que los pacientes con necesidades agudas pueden ser atendidos a través de contratos de subrogación adaptados a la prestación de servicios por caso atendido.

Hay beneficios demostrados en otros sectores que pueden esperarse de una estrategia de gestión de los recursos relacionados a los servicios de salud como la mejora de la eficiencia operativa, la reducción de costos, la mejora en la calidad de atención y la sostenibilidad a largo plazo.

En este panorama, es fundamental que los sistemas de salud desarrollen estrategias que permitan mejorar la eficiencia y garantizar la sostenibilidad de los servicios subrogados. Una estrategia de gestión de recursos ofrece un enfoque prometedor para abordar estos desafíos. Es necesario desarrollar capacidades analíticas avanzadas, establecer procesos de monitoreo continuo y fomentar una cultura de flexibilidad y adaptación. Además, es crucial involucrar a todos los actores relevantes, incluyendo proveedores de servicios, pacientes y gestores de salud, en la implementación de estas estrategias.

Hoy cierro con una frase que se atribuye a Louis D. Brandeis: “La lógica de las palabras debe de ajustarse a la lógica de los hechos".

*Oscar Flores cuenta con 25 años de experiencia en el sector de la salud en México y Latinoamérica, fue socio fundador de una consultoría enfocada en el análisis de las políticas públicas en salud, salud digital y sostenibilidad. Y actualmente se dedica a la gestión de asuntos corporativos en materia de salud para la industria farmacéutica.

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