Libertad económica en México

El Reporte de Libertad Económica, que se publica en forma anual por parte del Fraser Institute de Canadá en colaboración con más de 60 instituciones, ha iniciado una tarea importante para tratar de medir la libertad económica en regiones, en el caso mexicano, por estados. Si bien existen problemas en homologar los criterios para obtener datos que permitan calcular las diversas mediciones, este esfuerzo representa un paso correcto para evaluar a los estados en su capacidad para ofrecer regímenes de inversión confiables.

No sorprende que los estados que adquieren mejor calificación son los regímenes conocidos por sus logros empresariales y en inversión, como Guanajuato, Nuevo León, Aguascalientes y Sonora. El problema es que el reporte no captura la incidencia que tienen ciertos factores en la libertad económica, como pueden ser los costos asociados en el cumplimiento de trámites tributarios o con la carga regulatoria que puede darse, desde el nivel federal hasta el municipal.

Otro factor es la posibilidad de calcular la incidencia de la falta de un Estado de Derecho estable, tanto la imparcialidad de los jueces en decidir disputas comerciales, como la falta de indefinición en los derechos de propiedad.

La calificación de México en materia de libertad económica ha permanecido estable en los últimos tres años: 6.83 en el 2005, 6.84 en el 2006 y 6.80 en el 2007. Si bien esta calificación mantiene a México como un país moderadamente libre y como uno de los más libres en América Latina, no deja de preocupar su retroceso en relación con el mundo. Si en el 2005 ocupaba el puesto 59, para el 2007 estaba en el puesto 67 de 141 países.

Veremos qué calificación obtiene una vez que los autores terminen los cálculos a partir de la crisis financiera del 2008 y la recesión del 2009.

El tema crucial para la medición de la libertad económica es observar si se dan las mismas correlaciones estadísticas que observamos a nivel mundial. Es decir, el reporte nos dice que existe una relación causal entre mayores calificaciones de libertad económica y mayores índices de crecimiento per cápita, mejores niveles de inversión en capital humano y menores niveles de desnutrición, entre varios otros indicadores de prosperidad.

Habría que esperar si estas mismas correlaciones se dan a nivel estatal, siempre y cuando se pueda demostrar que las metodologías para medir la libertad económica son homogéneas y sobre todo confiables.

rsalinas@eleconomista.com.mx