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Los moderados
La elección presidencial del próximo año enfrentará al México de la 4T con el de una oposición convencida que de lo que se trata es de una contienda donde la disputa es por la democracia representativa, frente a un movimiento como Morena dispuesto a eliminar los equilibrios de poderes para reinstaurar un régimen de presidencialismo absoluto sin espacio para la alternancia o la pluralidad política.
López Obrador ha conseguido romper con el sistema de partidos creado durante el periodo de la transición y consolidación democrática. Frente a la debilidad del bloque PAN-PRI-PRD que consiguió reponerse en la elección intermedia de 2021 pero perdió la mayoría de las gubernaturas, Morena y AMLO lograron construir un muro político con mucho dinero entregado a la ciudadanía sin otro criterio más que el del rendimiento electoral.
Con una disciplina fiscal lo suficientemente ortodoxa para no caer en desequilibrios económicos que tiraran por la borda el proyecto de concentración del poder en una sola persona, el presidente logró mantener el control durante todo el sexenio, pero paulatinamente fue rompiendo con los sectores más moderados de su banda. Su radicalismo le permitió compactar a su círculo cercano, pero se alejó de aquellos que podrían servirle para ganar la elección presidencial a través de su heredera.
La clase media y los sectores empresariales no incluidos en el capitalismo de cuates voltearon a ver la opción opositora en la figura de Xóchitl y su bloque opositor. Y fue en ese preciso momento que Claudia y el propio López Obrador dieron el golpe de timón para presentar a una candidata moderada, capaz de esconder las posiciones del morenismo militante, y presentarse como la opción de la continuidad con cambio. Lo mismo que hizo AMLO en el 2018 para atraer a los temerosos empresarios y clasemedieros.
Pero la experiencia de estos 5 años de gobierno no deja lugar a dudas. Morena y Claudia Sheinbaum representan la apuesta por el México del caudillo y de grupos extremistas e incapaces que hoy dominan al interior del gobierno. La destrucción del sistema de salud, de las instituciones educativas comprometidas con el aumento de la calidad académica, y de un aparato de seguridad que no responde a las necesidades de un país tomado en parte por el crimen organizado siguen siendo, junto con proyectos económicos inviables las banderas con las que Sheinbaum intenta retener la presidencia de la República.
Los moderados en Morena sirven únicamente para vender un imagen que les permita mantenerse en el poder, pero no para cambiar la forma en que han gobernado los últimos años.