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Los retos para el 2024
Habrá que estar muy pendientes de la evolución de la segunda economía más grande del planeta, China, que ha mostrado preocupantes señales de desaceleración, sumado a graves problemas en su sector inmobiliario que podrían convertirse en un grave asunto para su sector financiero
La semana pasada, la Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo sin cambios su tasa de referencia en niveles de 5.50% y de acuerdo con las proyecciones que publicaron, su tasa podría encontrarse en niveles de entre 4.25 y el 4.75% para finales del año entrante.
Por su parte, el Banco de México hizo lo propio, al dejar sin cambios, por sexta ocasión, su tasa objetivo en 11.25%, tal y como se esperaba en los mercados.
Sin embargo, el 2024 presenta varios retos de los cuales habrá que estar muy pendientes.
Para empezar, es importante destacar que si bien es cierto que los altos niveles inflacionarios parecen haber alcanzado sus niveles máximos e incluso han empezado a ceder, Jerome Powell, presidente de la Fed, dejó en claro que seguirán muy atentos a la evolución de la economía para determinar en definitiva el rumbo que tomará su política monetaria.
Lo anterior significa que aún no se ha determinado cuándo empezaría la Fed a reducir las tasas en Estados Unidos.
No obstante, los mercados pronostican a través de los futuros de la tasa de fondeo diaria (Secured Overnight Financing Rate, SOFR, por sus siglas en inglés) y la Euro tasa de corto plazo (Euro Short Term Rate, ESTR por sus siglas en inglés), que será en el segundo trimestre de 2024 que empezaremos a ver bajar las tasas de interés de referencia tanto por la Fed como por el Banco Central Europeo para reducirse en 1.50 puntos porcentuales hacia finales del 2025.
Se espera que lo hagan de la mano y en la misma magnitud, a pesar de que la inflación en Estados Unidos ha caído mucho más rápido que en la Unión Europea y que la economía norteamericana sigue mostrando señales de crecimiento, mientras que la europea muestra debilidad.
En México se espera que el banco central pudiera empezar a bajar su tasa de referencia antes que la Fed, lo que podría traer como consecuencia importantes presiones a nuestro tipo de cambio en el 2024.
El que exista una expectativa de que las tasas vayan a bajar genera que el dólar se deprecie y por tanto, el valor de diversas mercancías que cotizan en las bolsas de futuros suban de precio al abaratarse, y por ende, incrementarse su demanda.
Tal es el caso de las cotizaciones de los granos en la Bolsa de Chicago, o de los energéticos como el petróleo y gas natural en la de Nueva York, lo que eventualmente podría generar presiones inflacionarias de nueva cuenta y que los bancos centrales se vieran obligados a mantener tasas altas por un periodo de tiempo mayor.
Ello podría generar una fuerte desaceleración económica a nivel global y que varios gobiernos enfrenten problemas serios por los elevados niveles de endeudamiento que tienen, como es el caso de Estados Unidos y la Unión Europea, por mencionar algunos.
Que quede claro, los movimientos en las tasas de interés tienen un impacto directo en las cotizaciones de las materias primas, tipos de cambio y las bolsas accionarias.
A lo anterior habría que sumar los conflictos geopolíticos en Oriente Medio y en Europa, además de que el 2024 será un año electoral para elegir presidente, tanto en Estados Unidos como en México, donde todo parece apuntar a que de nueva cuenta será Trump el candidato Republicano, y ya sabemos cuál es su retórica antiinmigrantes, justo en un momento en el que se vive una grave crisis humanitaria en la frontera de ambos países por la enorme cantidad de inmigrantes que han estado tratando de ingresar a Estados Unidos.
Finalmente, habrá que estar muy pendientes de la evolución de la segunda economía más grande del planeta,, China que ha mostrado preocupantes señales de desaceleración, sumado a graves problemas en su sector inmobiliario que podrían convertirse en un grave asunto para su sector financiero.
El 2024 se antoja como un año complicado donde la volatilidad en el mercado será la constante, pero en medio de esa volatilidad, también habrá oportunidades para todos aquellos que las sepan aprovechar.
Mis mejores deseos para todos en estas fiestas. Nos vemos en enero.