Lectura 4:00 min
Maíz amarillo, el conflicto que viene
Parece inexorable que el gobierno de Estados Unidos solicite otro proceso de consultas a México.
El tema de confrontación es por la decisión del gobierno de México de prohibir la importación de maíz amarillo biotecnológico.
Se añadiría al proceso de consultas que solicitó sobre la política energética de México.
La señal más clara de que viene esta nueva batalla en el campo comercial agropecuario es la carta de dos senadores estadounidenses a la representante comercial de EU, Katherine Tai en la que le piden activar consultas vía T-MEC contra México, por la prohibición, por parte del gobierno de México, de la importación de maíz transgénico.
Los legisladores Joni K. Ernst y Charles E. Grassley citan un estudio de “World Perspectives, Inc.” que calcula una pérdida de 73.89 mil millones de dólares en producción económica y la contracción del PIB en 30.55 mil millones de dólares en caso de que México haga efectiva y, mantenga por 10 años, su decisión de prohibir la importación de maíz amarillo genéticamente modificado, de ese país.
En días previos, Tai se reunió con la secretaria de Economía de México, Raquel Buenrostro y ahí le planteó la importancia de evitar una interrupción en las exportaciones de maíz de Estados Unidos.
Le pidió regresar a un proceso de aprobación regulatoria “basado en la ciencia y el riesgo para todos los productos biotecnológicos agrícolas en México”.
Mary Ng, ministra de Comercio de Canadá en reunión aparte con Buenrostro, se expresó en términos similares, tanto en el tema de la energía como en el de la biotecnología y la minería.
Expresó la preocupación de su país por el enfoque de México en cuanto a la aprobación de la biotecnología, en particular en el contexto de las crecientes preocupaciones mundiales sobre la seguridad alimentaria, y la importancia de un proceso regulatorio basado en la ciencia.
Específicamente, qué es lo que les preocupa a los gobiernos de nuestros dos principales socios comerciales.
Básicamente son dos puntos:
1.- La eliminación del uso del glifosato, donde Conacyt debe tener el sustituto a más tardar el primer semestre del 2023; el decreto entra en vigor el 30 de enero del 2024.
2.- El decreto prohíbe la utilización del maíz genéticamente modificado en México a partir de enero de 2024.
El mismo tema preocupa en México a los empresarios agropecuarios nacionales que aglutina el Consejo Nacional Agropecuario, presidido por Juan Cortina porque impactaría negativamente en la productividad en el campo, se producirían menos alimentos y aumentaría la inflación.
El decreto provocará un aumento de las importaciones de alimentos y llevará a una disputa comercial con EU.
Y ¿cuál es la situación actual del maíz en México?
De acuerdo con cifras del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas que encabeza Juan Carlos Anaya el consumo nacional total es de 45 millones de toneladas.
México es un país deficitario en su balanza de maíz, importa el 40%, que en su totalidad es de maíz amarillo importado de EU.
¿Qué se tendría que hacer? Desde el punto de vista de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (Canami), que preside Marcela Martínez Pichardo y dirige Esteban Jaramillo se tendría que 1.- aumentar la productividad por medio de una alianza público privada, donde exista inversión en temas logísticos (carreteras, puertos, vías de FFCC, capacidad de almacenaje, seguridad entre otros); 2.- Utilizar maíces híbridos, en lugar de maíces criollos o nativos; 3.-Dar asistencia técnica y capacitación de productores, estudios de suelo, labranza de la tierra entre otros.
Lo que sí está claro, coinciden, es que la autosuficiencia en la producción de maíz amarillo no se dará de la noche a la mañana; podrían pasar entre cuatro y cinco décadas.
Por lo pronto, el tiempo se agota y está próxima la entrada en vigor de las disposiciones del decreto prohibicionista.
El subsecretario de Agricultura Víctor Suárez dijo recientemente que el T-MEC no es Dios, ni es nuestra Constitución, lo que indica que hay una posición dogmática sobre el tema. Veremos si predomina el ofrecimiento del titular de la dependencia, a su contraparte estadounidense, en el sentido de que no se prohibirá la importación de maíz amarillo y si en el camino, se activan o no las consultas en el marco del T-MEC.