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Mitos y realidades: ¿Ha sido subsidiado Pemex en la actual administración?
Reflexión general acerca del contraste de puntos de vista en torno de la situación financiera de Pemex.
En el debate reciente sobre la evolución financiera de Pemex, analistas e investigadores proponen distintos planteamientos analíticos que, a grandes rasgos podemos clasificar en dos grandes posturas. La primera señala, que Pemex en la actual administración está recibiendo diversos apoyos financieros de parte del Gobierno federal, que antes no había tenido. Así, de 2019 al cierre del primer trimestre de 2024, estos apoyos sumaron 1.23 billones de pesos, de los cuales por concepto de aportaciones patrimoniales o de capital le correspondieron 916.9 miles de millones de pesos (mmdp), representando 74.8% del total de apoyos brindados por la SHCP. Por concepto de estímulos fiscales, los montos transferidos a Pemex fueron 246.4 miles de millones de pesos, que significaron el 20.1%; finalmente, por otros conceptos (una miscelánea de apoyos) la empresa productiva del Estado recibió en el periodo considerado 61.7 miles de millones de pesos, que significaron el 5.1% del total de transferencias efectuadas en el periodo considerado (IMCO, Centro de Investigación de Política Pública “Pemex en la mira”, 29 de abril, 2024).
Asimismo, IMCO estimó al cierre de 2023 en 500 miles de millones de pesos, la disminución de ingresos de la SHCP en el periodo citado por concepto de reducción de la tasa del derecho por la utilidad compartida (DUC) que, Pemex debe pagar sobre el valor de los hidrocarburos que extrae. Este último cálculo es un dato no oficial. IMCO señala que el total de apoyos financieros a Pemex incluyendo el valor del DUC, en el periodo de 2019 al cierre de marzo de 2024 fue de 1.73 billones de pesos. En la superficie analítica, algunos consideran que este monto es un subsidio, y sin considerar otros elementos adicionales que, el de una fotografía estática de los balances financieros, afirman que Pemex está en bancarrota financiera, y que no deben dedicarse recursos fiscales para otorgar esos apoyos, ya que el Gobierno federal se ve entonces forzado a abandonar el gasto de infraestructura económica, de salud y de educación; la razón social del Estado, lo que inhibe lograr una mejor equidad social distributiva en el país. Esta es la postura de uno de sus representantes de esta concepción, Manuel Clouthier, quien, apoyándose en una interpretación superficial de los citados balances financieros, y sin realizar un análisis de stock-flujos afirma categóricamente que, Pemex está quebrado (https://www.youtube.com/watch?v=btrtg9Hy0mc, mayo de 2024).
La segunda postura, principalmente defendida por la actual administración de Pemex, considera que las mencionadas aportaciones del Gobierno federal no implican que constituyan un subsidio, sino que, se trata de una reestructuración financiera nacionalista de la empresa productiva del Estado. En esta postura, se afirma que lo que ha sucedido con esas transferencias, es una especie de devolución de una parte de lo que Pemex le ha entregado al Gobierno federal, y las acciones que se han realizado en la actual administración constituyen la instrumentación del rescate de la soberanía nacional en el sector energético (petróleo). Acciones que, por otra parte, deben ser consideradas como necesarias desde el punto de vista del enfoque nacionalista adoptado. Entre estas dos posiciones extremas existe diversas posiciones intermedias, que en este articulo no consideraremos y sólo las apuntamos, para futuros debates.
Para responder cuál de las dos versiones es la que se aproxima más a la verdad, antes debemos profundizar mediante un análisis de la evolución financiera y productiva de Pemex, y orientados bajo la política pública energética adoptada por la actual administración. Esto lo pretendemos efectuar bajo una perspectiva objetiva, por lo tanto, intentaremos escapar al elemento ideológico que, se introduce siempre en el análisis, lo que Schumpeter denominó “visión preanalítica”, la cual determina sutilmente lo que queremos y no lo que es la realidad simplemente porque esta nos disgusta, y que frecuentemente orienta el análisis introduciendo sesgos en el mismo (Joseph Alois Schumpeter “Historia del análisis económico”, 1942). Mediante una bella metáfora, Marx expresó más o menos lo mismo que lo afirmado por Schumpeter. Esta metáfora señala lo siguiente: “Perseo se envolvía en un manto de niebla para perseguir a los monstruos. Nosotros nos tapamos los oídos y los ojos para no ver ni oír las monstruosidades -de la vida real- y poder negarlas” (prólogo de Marx a la primera edición de “El capital” volumen I, 1867). La visión preanalítica como la categorizó Schumpeter nos impide ver lo que es la realidad en virtud de que no deseamos verla tal como es, especialmente cuando nos disgusta.
En la ciencia económica ortodoxa muy favorable al capitalismo, los economistas que se adhieren a esta ortodoxia consideran que, el sistema de mercados competitivos con libre juego de la oferta y la demanda, con flexibilidad de precios conduce al pleno empleo de los recursos, por lo tanto, para estos pensadores el capitalismo competitivo es el mejor de los mundos posibles, tal es el postulado de la Nueva Macroeconomía Clásica, que Willem Buiter inspirado por Voltaire (“Candido”, 1759) denominó la economía del doctor Pangloss (W. Buiter “The Macroeconomics of Dr. Pangloss: A Critical Survey of the New Classical Macroeconomics” The Economic Journal Vol. 90, No. 357, 1980). Los economistas de la New Classical Macroeconomics, se niegan a ver como Perseo en la metáfora de Marx la realidad no siempre grata del capitalismo, por lo que niegan cualquier intromisión del Estado, afirman, por ejemplo, que la desregulación financiera es la mejor política pública en materia de regulación financiera. El premio Nobel, Gary Becker llegó a expresar que, con un mínimo Estado, con individuos altamente racionales y despolitizados no habría corrupción o esta sería mínima o efímera (cita de Becker en la página 10 del texto de Bienvenido Ortega Aguaza, Antonio Caasqyero Tomás y Jesús San Juan Solís “Does Corruption Hinder Development” Universidad de Málaga, España V Premio Jose Luis Sampedro, 2019). Escapar de la camisa de fuerza ideológica de la visión preanalítica no implica tomar una postura políticamente neutral, ya que tal postura es solamente una ilusión no científica. Schumpeter pensaba que, con el avance de los instrumentos analíticos disminuía gradual pero firmemente la influencia de la visión preanalítica. En esta postura el economista austriaco estaba muy influido y, en acuerdo metodológico esencial con lo afirmado por Marx. De hecho, el enorme corpus teórico de Schumpeter constituye una respuesta puntual a cada uno de los planteamientos del filósofo de Tréveris, considerado por otra parte el pensador del milenio. Al respecto, hay que recordar, que la elección organizada por la prestigiosa BBC de Londres para determinar al pensador más significativo en mil años arrojó el siguiente resultado: Los 10 pensadores más relevantes del milenio (1000-1999 d.C.) fueron en orden decreciente: 1. Karl Marx 2. Albert Einstein 3. Sir Isaac Newton 4. Charles Darwin 5. Santo Tomás de Aquino 6. Stephen Hawking 7. Immanuel Kant 8. René Descartes 9. James Clerk Maxwell 10. Friedrich Nietzche (“World Marx the millennium´s greatest thinker”, BBC News Friday, October 1, 1999).
Marx un socialista pertinaz y Schumpeter un economista conservador perteneciente a la escuela austriaca, ahondaron como nadie en la elucidación de la relación entre actividad científica y actividad política y mutatis mutandis tuvieron un acuerdo profundo en este tema. Como lo señaló el filósofo español Antonio Domenech “Marx sólo distinguió entre ciencia buena y ciencia mala. Criticó premonitoriamente a otros socialistas -y aun marxistas- por construirse lo que él llamaba una ciencia privada. Separó estrictamente su condición de ―hombre de partido- de su condición de ―hombre de ciencia-, entendiendo siempre su propia obra científica como una aportación libremente debatible al foro público de la razón, a la república universal de la ciencia. No se privó en su mocedad, por ejemplo, de hacer suyos conceptos e ideas de quien, ministro del interior en la Francia orleanista, había firmado personalmente el decreto que lo expulsaba de París en 1844, el historiador François Guizot (1787- 1874). Ni en el otoño de su vida, por poner otro ejemplo, dejó de colaborar científicamente, y aun de mantener una buena amistad, con jóvenes ―hombres de ciencia- valiosos y completamente alejados de sus puntos de vista políticos, como, por ejemplo, el historiador, jurista, economista y destacado político liberal ruso Maxim Maximovich Kovalevsky -1851-1916” (Antonio Domenech ¿“Que fue del marxismo analítico”? Sin Permiso No.6 diciembre de 2009). En conformidad plena con la postura de Domenech, en nuestra opinión lo que hace falta en el análisis de muchos investigadores es honradez analítica, humildad teórica, y autocrítica implacable. Todos debiéramos aprender de lo que dijo Marx (Bajo la influencia indudable de Shakespeare a quien veneraba) sobre este particular: “Pero a la persona que busca acomodar la ciencia a un punto de vista que no deriva de la ciencia misma (por errado que pueda ser), sino de fuera de ella, de intereses que le son extraños, ajenos, a esa persona la llamo yo canalla intelectual” (Karl Marx “Historia crítica de las teorías de la plusvalía”, 1862-1863). Por lo anterior, examinaremos en este articulo con la mayor objetividad posible las dos posturas más importantes en torno a si el Gobierno federal ha subsidiado a Pemex o no lo ha hecho. Intentaremos hacerlo evitando al máximo posible ser clasificados en el grupo de los canallas intelectuales de que habla Marx. De esta manera, analizaremos los rubros siguientes en busca de la verdad sobre el importante tema de la naturaleza de las transferencias entre SHCP y Pemex.
Análisis de la distribución de las aportaciones de capital del Gobierno federal a Pemex en el periodo que corresponde a 2019 y el primer Trimestre de 2024.
Las transferencias de recursos efectuados por la SHCP a Pemex por este concepto, como se señaló anteriormente, fueron de 916.9 miles de millones de pesos, recursos distribuidos aproximadamente como sigue, el 76.7% se asignaron al pago de las obligaciones financieras de Pemex, 15.3% se destinaron a la infraestructura vinculada a la refinería de 2 Bocas, Tabasco, 6.3% a la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación (SNR) y 1.7% al fortalecimiento de la cadena de fertilizantes generada por Pemex (estos porcentajes se toman de IMCO “Reporte IV trimestre”, 2023, y se utilizan para proyectar la distribución de la totalidad de las aportaciones de capital en el periodo considerado).
Es oportuno en este momento señalar para una comprensión más exacta del tema lo siguiente: Desde un principio, el presidente de la República determinó con mucha claridad que, las inversiones para la construcción de la refinería Olmeca y para la rehabilitación del SNR no serían recursos monetarios provenientes de los recursos propios de Pemex. Similar punto de vista aplicaría al apoyo al programa de subsidio de fertilizantes, por lo cual tampoco se realizaría con recursos propios de Pemex, sino que provendrían los recursos monetarios de la recaudación fiscal no petrolera. Con el criterio del presidente en nuestra opinión el análisis adquiere un giro radical y relevante. Este giro puede entenderse mejor con el siguiente ejemplo: Para ser congruentes con la idea del titular del Ejecutivo, el subsidio a los fertilizantes no debe ser considerado como una pérdida en el balance financiero de Pemex, aún más para evitar el deterioro en dicho balance que se produciría al considerar el citado subsidio, los recursos deben provenir y ser contabilizados en el balance financiero del Gobierno federal, por ejemplo, como aportaciones de la Sagarpa a Pemex, y ello bajo un estricto esquema de subsidios transparentes. Bajo esta óptica, el diferencial negativo del precio de venta y el costo de ventas de la producción de fertilizantes, ambos determinados por el mercado, implicaría un resultado financiero negativo, un subsidio, que debería ser cubierto en este ejemplo, por Sagarpa, y ese subsidio se computaría en el balance de Pemex como “otros ingresos” (calculados como el valor monetario de las transferencia de recursos de Sagarpa a Pemex), por ser un recurso monetario proveniente de los recursos de la secretaria aludida. Con este procedimiento, la transferencia en comento no debería ser considerada como un apoyo a Pemex, sino un subsidio del Gobierno federal al campo a través de la empresa productiva del Estado. Con este proceder contable, no solo habría transparencia en el proceso, sino la posibilidad de una medición del costo eficiencia del subsidio a los fertilizantes por parte del Gobierno federal, como lo establecen los estándares internacionales (Ernesto Cohen y Rolando Franco “Evaluación de proyectos sociales: la utilización del análisis costo-efectividad” CEPAL, ONU, 1990). El beneficio mayor, de aplicar este procedimiento es que evita que, en la consolidación financiera de Pemex, el monto del subsidio reste valor a sus utilidades, y se protege con ello su balance financiero, ante las agencias de calificación y ante los ojos críticos de los inversionistas institucionales que invierten en bonos de Pemex, o de los ojos críticos de los banqueros que otorgan créditos al sector petróleo y en especial a Pemex. De lo anterior, es claro que bajo este criterio solo debieran considerarse en el tema de las aportaciones de capital del Gobierno federal a la empresa productiva del Estado, los recursos al pago de la deuda financiera (significarían el 76.7% del total de aportaciones, es decir, 703.3 miles de millones de pesos en el ejercicio que cubre el periodo 2019-primer trimestre de 2024 y no los 916.9 miles de millones de pesos que estima el análisis de IMCO).
Análisis de los estímulos fiscales otorgados por la SHCP a Pemex.
IMCO señala que los estímulos fiscales otorgados a Pemex que se registraron entre 2019 y 2021, así como en 2023 corresponden a créditos fiscales acreditables contra el derecho por la utilidad compartida (DUC) y a beneficios fiscales en el cobro de este derecho que, paga Pemex sobre el valor de los hidrocarburos que extrae del subsuelo. El monto ascendió a 61.7 miles de millones de pesos. En diciembre de 2023 y principios de 2024, Pemex experimentó un faltante de liquidez a pesar de los apoyos otorgados, que fue cubierto por la condonación del DUC y de los Derechos de Hidrocarburos, cuyo monto estimó el IMCO en 91 mil millones de pesos.
Análisis de otros apoyos otorgados por la SHCP a Pemex.
Por este último concepto, los apoyos recibidos por Pemex del Gobierno federal en 2019 y 2022 corresponden al cobro anticipado de pagarés emitidos a favor de la empresa por la SHCP y a un apoyo financiero no recuperable de parte del Fondo Nacional de Infraestructura –Fonadin– para la adquisición de la refinería de Deer Park en Texas (esta adquisición ha generado ingresos relevantes para Pemex). Por estos conceptos, se transfirieron 61.7 miles de millones de pesos, que significaron el 5.1% del total transferido.
Análisis de la reducción del DUC.
El impuesto sobre el DUC en 2019 ascendía a 65%, se fue reduciendo a 40%, en los años subsecuentes, y en 2024 se determinó que fuera de 30%. IMCO calculó que entre 2019 y 2023 el monto de ingresos que, la SHCP dejó de ingresar ascendió a medio billón de pesos. La posición de IMCO sobre este particular, sobre-estima los apoyos otorgados por el Gobierno federal a Pemex al incluir en este agregado los ingresos estimados del DUC por la reducción de la tasa de 65% en 2019 a 30% en 2024. En realidad, la medida de la reducción de la tasa DUC decretada por el Gobierno a Pemex, es una corrección de justicia tributaria -Taxation with equity- (sobre este particular son útiles las siguientes lecturas ya clásicas en el tema: del genio matemático inglés Frank Ramsey recomendamos “A Contribution to the Theory of Taxation” March, 1927. El artículo de Ramsey fue considerado por el premio Nobel de economía Paul Samuelson como el artículo más grande de economía matemática de todos los tiempos, apreciación vertida en el volumen V de “Collected Scientific Papers of Paul A. Samuelson”. Cambridge: MIT Press; del premio Nobel de Economía, del inglés James Mirrlees recomendamos, “An Exploration in the Theory of Optimum Income Taxation”, Review Economic Studies”, 1971; y de Richard Musgrave recomendamos el clásico texto “Theory of Public Finance”, 1959). Esta corrección tributaria del Gobierno federal a Pemex, lo es en virtud de que dicha tasa era una tributación excesiva, respecto de la tasa neta recaudatoria que, las empresas privadas petroleras pagan al Estado en todas partes del mundo. La tasa DUC que paga Pemex al Gobierno federal del 30% al no deducir el costo de producción, financiero y administrativo, sino establecerse sobre el valor del barril extraído, da una ventaja inadmisible a las petroleras privadas del mundo que, pagan sólo una tasa de ISR de digamos 28%, muy por debajo de la tasa DUC del 30%, que representa una carga fiscal aproximada en términos de tasa equivalente del ISR de las empresas petroleras privadas de poco más del 50%. La tasa DUC que paga Pemex, vista la situación desde un punto de vista de rentabilidad privada es una carga fiscal excesiva establecida por el Gobierno federal.
La tasa DUC que se ha impuesto a Pemex a lo largo de muchos años, ocurrió inicialmente por razones de rentabilidad social (crear infraestructura social y económica del país) y, se desvió para financiar déficits fiscales del gobierno. El EBIDTA de Pemex en bastantes periodos de tiempo sobre todo, en el llamado periodo neoliberal, ha sido inferior a las aportaciones fiscales que la empresa productiva del Estado ha canalizado al Gobierno federal dejando una sangría financiera a Pemex, al haber minado su capacidad de inversión para explorar, y haber minado con ello su capacidad para generar el crecimiento del activo más valioso que puedan acumular las empresas de la industria, que no es otra cosa que el incremento de las reservas petroleras. Hay que recordar que los ingresos aportados por Pemex al Estado significaron en algún momento del tiempo 40% de los ingresos fiscales del Gobierno federal. En síntesis, la reducción de la tasa DUC determinada por esta administración debe ser entendida como un acto económicamente justo para disminuir la inequidad tributaria que tenía Pemex, bajo una comparativa internacional. Y no debe ser entendida dicha reducción como un subsidio del Gobierno a Pemex, y desde este punto de vista no debe computarse como apoyo financiero del Gobierno federal a Petróleos Mexicanos. Dada esta muy necesaria aclaración, la reducción de la tasa DUC mejora el Cash Flow de Pemex al aplicar la fórmula del cálculo que se hace en la empresa productiva (en la Subsidiaria Pemex Exploración y Producción, PEP); fórmula que denominaremos “Flujo de Efectivo Disponible de PEP (FEDPEP)”.
¿Las aportaciones de capital, los estímulos fiscales, y otras aportaciones de la SHCP (incluidas las reducciones de la tasa DUC) han constituido un subsidio a Pemex y la empresa está quebrada financieramente?
Para una respuesta a estas interrogantes partiremos de una medición rigurosa cuantitativa-numérica en el sentido schumpeteriano (J.A. Schumpeter, “The Common Sense of Econometrics”, Vol 1. No.1, The Econometric Society, January of 1933). Para el cálculo en comento, partiremos de las siguientes especificaciones o fórmulas aritmético-numéricas para el ejercicio de transferencias SHCP-Pemex, solo para el periodo 2019-2023. Al respecto determinamos tres posibles resultados financieros a saber:
Resultado a. Si la suma acumulada de ingresos aportados por Pemex al Gobierno Federal por concepto de tasa DUC y Derechos de Hidrocarburos (DH), en el periodo considerado es menor que las aportaciones del gobierno a Pemex, ello significaría que hay un subsidio neto del gobierno a la empresa productiva del Estado. En la terminología del economista de Yale experto en las crisis financieras y su impacto en las microestructuras financieras corporativas, profesor Hyman Minsky, este caso, de suceder puede interpretarse como un indicio de que Pemex es una empresa Ponzi o se está dirigiendo a esa peligrosa condición financiera, en virtud de que no puede pagar sus obligaciones financieras (intereses y capital). Los textos de Minsky a que hacemos referencia son: “Financial crisis, financial systems, and the performance of the economy”. En I. Friend, Private capital markets: A series of research studies prepared for the Commission on Money and Credit, Prentice-Hall, 1964; “Financial instability revisited: The economics of disaster”. En Reappraisal of the Federal Reserve discount mechanism, vol. 3. Washington, D. C.: Board of Governors of the Federal Reserve System,1972; “Estabilizando una economía inestable” Profit Editorial, 1986; y, “A positive program for successful capitalism” (paper 74, Hyman P. Minsky Archive). Nueva York: Levy Economics Institute, Bard College, 1995).
Resultado b. Si la suma acumulada de ingresos aportados por Pemex al Gobierno Federal por concepto de tasa DUC y Derechos de Hidrocarburos (DH) es igual a las aportaciones del gobierno a la empresa productiva del Estado, significará que hay un subsidio neto del gobierno a Pemex igual a cero o muy cercano a ese valor (los matemáticos dirían en la vecindad de ese valor). En la terminología de Hyman Minsky, este caso puede interpretarse como que Pemex es una empresa especulativa (Speculative Firm). Apenas puede pagar los intereses de su deuda, pero no el capital más que de manera parcial (requiere reestructuración financiera). El clasificarse como empresa especulativa no indica quiebra financiera, si la empresa cuenta con infraestructura y activos valiosos que, una reestructura bajo negocio en marcha puede revertir y administrar de manera talentosa los riesgos económicos y financieros a partir de ella.
Resultado c. Si la suma acumulada de ingresos aportados por Pemex al Gobierno Federal por concepto de tasa DUC y Derechos de Hidrocarburos (DH) es mayor que las aportaciones del gobierno a la empresa productiva del Estado, significará que NO HAY un subsidio neto del gobierno a Pemex. En la terminología de Hyman Minsky, este caso puede interpretarse como que Pemex es o está cerca de ser una empresa de cobertura (Hedging Firm), en virtud de que puede pagar sus obligaciones financieras (intereses), y puede también amortizar el capital por él poder de su capacidad de generar flujos derivados de su poderosa infraestructura y de su posición dominante de mercado. Por razones geopolíticas el Estado mexicano, otorgó este estatus de posición económicamente dominante a Pemex cuando realizó la expropiación petrolera decretada por el presidente Lázaro Cárdenas en 1938, pero también puede argumentarse como elemento justificatorio, la tesis económica de Monopolio Natural, como la propuesta por el economista y matemático estadounidense William Baumol. La tesis de Baumol señala que las economías de escala global son suficientes, pero no necesarias para generar una estricta subaditividad de la función de costos de la empresa candidata a Monopolio Natural (que es una función polinomial de “n” grado que tiene la propiedad de subaditividad si al evaluar la función, la suma de dos elementos de su dominio, siempre, se obtiene un valor algo menor o igual a la suma de los valores de la función matemática en cada elemento. La fórmula del teorema de Pitágoras posee la propiedad matemática de la subaditividad. En la rama de la física, la Termodinámica, su concepto central la entropía considerada como la medición del grado de desorden de un sistema posee la propiedad de subaditividad. El matemático Paul Erdos estudió muchas funciones, sucesiones y series con esta propiedad. Ver el hermoso artículo sobre subaditividad de N.H. Bingham, A.J. Ostaszewski. "Generic subadditive functions”. Proceedings of American Mathematical Society, vol. 136, no. 12, 2008).
Una condición necesaria y suficiente para la existencia de un Monopolio Natural de acuerdo con William Baumol, implica que la producción (con un producto o multiproductos) es socialmente menos costosa medida por costes medios que, la producción de una fracción de la cantidad original por un número igual de empresas. Esta es la condición clásica (postulado de Baumol) para el Monopolio Natural, tanto para la producción de un solo producto cómo para la producción de productos conjuntos generados en proporciones fijas, en una estructura de insumo producto. El revolucionario artículo de Baumol apareció en 1977 en la American Economic Review volumen 67 bajo el título de “On the Proper Cost Tests for Natural Monopoly in a Multiproduct Industry”. Con este artículo Baumol revolucionó la economía del bienestar, campo que le disgusta al conservadurismo de la ortodoxia económica por abrir camino racional a la intervención económica del Estado. Como se sabe el ultraconservador economista Ronald Coase con su célebre teorema que lleva su nombre, quiso infructuosamente dar un carpetazo a la economía del bienestar y, en particular se propuso destruir (vanamente, por cierto) las tesis de Pigou sobre la economía del bienestar que, daban un lugar importante al Estado en una economía capitalista de libre mercado (Ronald Coase “Nature of Firm” Económica, 1937; y de Arthur Pigou ver “Economics of Welfare”, 1920). Bajo la óptica del postulado de Baumol, Pemex es en México el Monopolio Natural en la extracción y comercialización de petróleo. Esto no significa que, Pemex en su condición de Monopolio Natural no admita la colaboración de inversión privada. Los llamados Big Four que producen los mayores contratos de servicios productivos a Pemex, son empresarios privados, asimismo, existen administradores privados de campos pertenecientes a Pemex y efectuados mediante contratos de cesión de derechos, que Pemex ha otorgado recientemente, como Campo Soledad o el campo Miahuapan.
Resultados numéricos de las transferencias SHCP-Pemex (La fuente de datos consultada es la Cuenta Pública de la Hacienda Pública Federal, 2019,2020, 2021, 2022, y 2023).
Resultado #1. Se parte de considerar la inclusión de lo siguiente: la suma de Derechos de los Hidrocarburos transferidos por Pemex al Fondo Mexicano del Petróleo (FMP) de 2019 a 2023. Esta variable tiene dos componentes a saber: a) los Derechos de Hidrocarburos que transfiere Pemex al FMP y b) los pagos de ISR de contratistas privados y asignatarios que también se canalizan al FMP. Por el primer concepto se transfirieron en el periodo en comento 1,976,295.1 millones de pesos, por el segundo concepto se transfirieron 4,330.1 millones de pesos. La suma de los dos conceptos totaliza las aportaciones de Pemex al Gobierno Federal por 1,977,554.9 millones de pesos (1.98 billones de pesos). Este monto es mayor a los 1.2 billones de pesos que la SHCP transfirió a Pemex señalados al principio de este ensayo. El saldo financiero neto de transferencias es positivo en 0.7 mil millones de pesos y, es mayor si se considera que los 1.2 billones incluyen el primer trimestre de 2024. Aun considerando los montos estimados por IMCO de 0.5 mil millones de pesos por reducción de DUC el resultado es el mismo, en síntesis, el resultado de estos cálculos es concluyente “el balance financiero neto al considerar las dos clases de transacciones nos dice que Pemex aporta más al gobierno de lo que recibe”.
Resultado #2. Las aportaciones de Pemex por DUC y pagos de contratistas privados en campos pertenecientes a la empresa productiva del Estado no son únicas, aporta divisas a las reservas internacionales; aporta ingresos netos positivos al rubro de Aprovechamientos del balance financiero del gobierno por cobros de las coberturas Put, deducidas las primas pagadas; aporta también impuestos indirectos y otros impuestos como el IEPS; y aporta también recursos para la operatividad de la empresa productiva del Estado. Los ingresos totales petroleros computados en la Cuenta Pública de la Hacienda Federal (el documento anual que revela los resultados financieros del Gobierno) se dividen en dos rubros a saber: por un lado, el concepto de Gobierno federal (las transferencias de Pemex al Gobierno federal vía transferencias DHC, y los fondos de los contratistas privados y asignatarios de los campos de la reforma energética), y por otro lado, los ingresos clasificados en Pemex (donde se computan los ingresos propios de Pemex y los ingresos como el IEPS, IVA y otros rubros). La suma acumulada de estos ingresos 2019-2023 ascendió a 5,278,588.9 millones de pesos. De los cuales 1,977,554.9 millones de pesos corresponden al DUC y a los DH más los ingresos de contratistas y asignatarios, recursos que se transfieren al Fondo Mexicano del Petróleo, y 3,301,033.8 millones de pesos que, corresponden al rubro de Pemex. Si aplicamos la formula meramente (y únicamente) para dimensionar los ingresos globales de Pemex incluyendo además del DUC y de los DH otros ingresos tributarios, tenemos lo siguiente: 5.3 billones de pesos generados por la actividad petrolera de 2019-2023, menos 1.2 billones de transferencias de la SHCP a Pemex (cifra inflada al incluir transferencia del primer trimestre de 2024) arroja un monto esa diferencia de 4.1 billones de pesos. Este último resultado, debe ser incluido en un análisis no solo meramente numérico-cuantitativo, sino también numérico-cualitativo. El resultado #2 refuerza considerablemente el valor agregado de Pemex como empresa productiva del Estado. La conclusión fundamental que se deriva de estos dos resultados es inobjetable “Pemex vale económicamente y vale mucho”.
Esto no implica, el no reconocimiento de que la situación financiera de Pemex se ha debilitado considerablemente en los últimos años, sobre todo a partir del colapso de ingresos por la guerra de precios emprendida por la OPEP en 2014-2016 (guerra que se tradujo en el colapso de los precios del petróleo en ese periodo). Para explicar este contexto institucional a profundidad y en toda su complejidad necesitamos desarrollar, la manera específica por la cual Pemex evolucionó, para identificar lo que determinó su fragilidad financiera estructural vigente. A esto hay que agregar un hecho relevante a saber: durante años Pemex aportó ingresos equivalentes a 5 puntos del PIB al Gobierno federal, y mientras esos ingresos se dilapidaban se fue creando una gigantesca deuda financiera, que la convirtió en la empresa petrolera más endeudada del mundo, tal como lo veremos en la segunda parte de este ensayo.