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Opinión

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Neoliberalismo, estatismo o economía mixta

Nuestros antecedentes muestran lo complicado que nos resulta armonizar la relación estado-mercado. Encontrar adecuadas responsabilidades entre estos actores nos es casi imposible. No somos la excepción, son varias las naciones a las que les cuesta trabajo hacerlo, sobre todo, aquellas con insuficientes niveles de desarrollo. Al finalizar el siglo XX, cayeron las economías fundamentalmente estatistas lo que pareció no había más opción que promover que las economías de libre mercado. No obstante, los últimos 30 años han mostrado que tampoco han sido la solución para resolver las deficiencias de crecimiento. La tarea sigue pendiente, es necesario seguir explorando nuevas formas de convivencia estado-mercado. 

En México, nos ha sido difícil construir una relación equilibrada; hemos deambulado desde demasiado estado en los años 30´s hasta mucho mercado en los últimos 36 años. Lo peor ha sido que ni siquiera lo hicimos correctamente en especial, en esta última etapa. En nuestro país no se ha vivido un neoliberalismo aplicado correctamente, sino que, arrastrando la insana costumbre de entrelazar los intereses económicos con los políticos, resultó en el desmantelamiento del estado de sus facultades económicas, entregando la mayor parte de empresas públicas a particulares en procesos de privatización dudosos. Igualmente se crearon instituciones económicas capturadas por una sola visión ideológica. El llamado “capitalismo de cuates” se instauro como base del proyecto neoliberal; siendo pocos los grupos empresariales que se beneficiaron, de concesiones, licitaciones y autorizaciones del gobierno. Lo anterior provocó que a los ciudadanos se les ofrecieran malos servicios y caros; surgieron oligopólicos que hasta la fecha no se han logrado erradicar con fortunas gigantescas. Durante los años 1988–2018 se avanzó poco en la desregulación económica y la disciplina fiscal al mismo tiempo que creció la corrupción; lo rescatable fue la disciplina monetaria desplegada por Banco de México.

En lo económico, el actual gobierno ha propuesto eliminar la relación entre quienes han sido de los principales beneficiados del modelo “neoliberal” conocidos como oligarcas que han amasado impresionantes fortunas al amparo de venderle bienes y servicios al gobierno o recibir de estas prebendas y concesiones especiales. Igualmente se ha buscado que comencemos a hacer lo que nos corresponde con el pago de impuestos sí bien queda pendiente disminuir los altos niveles de economía informal existentes. Naturalmente, ambos aspectos no han caído bien en los grupos que han dominado los negocios y las decisiones políticas en las últimas tres décadas. En este momento histórico nos jugamos el mantener el “neoliberalismo a la mexicana”, restablecer la estructura económica del estado o encaminarnos a una economía mixta basada en la ética y la moral que atienda las necesidades que cada estrato social. En materia económica es lo que estará en juego en las elecciones del 2 de junio de este año.  

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Doctor en Desarrollo Económico, Doctor en Derecho y Doctor en Historia del Pensamiento Filosófico Especialidades en desarrollo económico en Oxford University y en Economía Internacional en Georgetown University. Profesor en la Universidad Panamericana y la Ibero. Ha colaborado en la Presidencia de la República, el Banco de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, fue Ministro de Asuntos Economicos de la Embajada de Mexico en EEUU (Washington). Autor de libros en Regulación Financiera, Historia Económica, Política Fiscal, Políticas Públicas y Ética.

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