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Perennes a fondo
Los perennes, en los que se incluyen los frutales y cultivos industriales como el agave, el hule y la palma de aceite, entre otros, se refiere a todas aquellas plantas cuyo ciclo de vida es superior a un año, por lo que su período de cosecha y producción inicial es mayor a un año después de su establecimiento y/o plantación, lo que implica que cuentan con un periodo previo al inicio de producción, sin contar con ingresos o flujo de efectivo
A diferencia de los cultivos anuales, los perennes están asociados generalmente a inversiones mayores, así como a un uso más intensivo de maquinaria y equipo, demandan mano de obra permanente, principalmente en época de cosecha.
En general, tienen un uso más intensivo de recursos financieros, tierra, agua, mano de obra e infraestructura y regularmente presentan mejor rentabilidad que los cultivos tradicionales.
Por sus características, los cultivos perennes presentan barreras de entrada a la producción; normalmente existe una etapa pre-productiva, que aunada al requerimiento de inversión, limita la conversión de los productores a este tipo de cultivos, debido a que no cuentan con recursos para el establecimiento ni el capital de trabajo suficiente para hacer frente a los costos de mantenimiento y gastos familiares durante los primeros años.
Asimismo, estos proyectos son poco atractivos para los intermediarios financieros por el plazo en el que se presentan los ingresos, los riesgos de precio y de mercado, así como la falta de adecuados instrumentos financieros y de administración de riesgos.
Por otra parte, los cultivos perennes significan para los productores la posibilidad de mayores ingresos, dado que mejoran sus condiciones producción; arraigo en la región y en la actividad; mayor especialización y productividad de la mano de obra; valor agregado de sus productos; uso intensivo de activos de la empresa como maquinaria y equipo; además generan nuevas inversiones para la selección, empaque y procesamiento del producto.
Del 2012 al 2015 el saldo de cartera de FIRA, entidad de la banca de desarrollo, el establecimiento de frutales pasó de 971 millones de pesos a 1,526 millones, lo que significa que cada año crece en promedio 16% el crédito a esta actividad, siendo el aguacate el perenne con mayor participación, aunque ha perdido terreno ante berries como el arándano y la frambuesa, las cuales crecieron en promedio 359 y 319%, respectivamente.
Ante estas oportunidades, el pasado viernes primero de julio la Sagarpa y FIRA lanzaron el Programa de Financiamiento de Activos Fijos para Cultivos Perennes y Proyectos con Períodos de Larga Maduración, conocido como Fondo Perenne, que representa un mecanismo innovador para fomentar la reconversión productiva y detonar las inversiones en frutales y plantaciones industriales.
El día de mañana, analizaremos a detalle esta iniciativa sin precedente para apoyar a fondo la plantación de perennes y cambiar la producción y calidad de vida de millones de productores del campo.
*Marco Antonio Cabello Villarreal es especialista en la Subdirección de Programas y Proyectos de FIRA.