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Opinión

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Política monetaria después de la QE

Según Bernanke, esta política permitirá acelerar el crecimiento económico y reducirá gradualmente el desempleo, aún cuando se suspenda la QE.

Las perspectivas de la política monetaria de EU sigue siendo el foco de atención de los mercados financieros. Ben Bernanke está reviviendo el ánimo de los inversionistas de activos de riesgo con un par de comentarios dovish en la Cámara de Representantes ayer, y en Boston, la semana pasada. El S&P 500 está de vuelta en máximos históricos, incluso la tasa de rendimiento del bono del Tesoro de 10 años retrocedió a 2.49 desde 2.73% hace una semana. A las opiniones de Bernanke y de otros destacados miembros del Comité de Mercado de la Fed se agregan los recientes anuncios de política monetaria del Banco de Inglaterra y del Banco Central Europeo.

Bernanke, como el Dr. Jekyll/Mr. Hyde de la novela de Stevenson, parece que sufre del trastorno de la doble personalidad en materia de política monetaria: a veces es hawkish, otras veces es dovish. Pero esta percepción es errada; en realidad, es dovish pero en el rol de gobernador de la Fed a veces parece hawkish porque debe transmitir la posición de consenso de un Comité donde existen opiniones diferentes. La minuta de la reunión del 18 y 19 de junio hace esto evidente. La mayoría liderada por el Gobernador piensa que la economía requiere todavía estímulos monetarios extraordinarios durante un periodo prolongado para reducir la tasa de desempleo a un nivel consistente con el doble mandato de la Fed de máximo empleo y estabilidad de precios. Otro grupo no está de acuerdo, algunos siempre dudaron de esta política heterodoxa, otros piensan que ha perdido efectividad y que supone mayores costos que beneficios. Este grupo propone detener a la brevedad la política de Expansión Cuantitativa (QE). Argumentan que la QE distorsiona la estructura de incentivos de la economía, hará muy complicado el regreso a la normalidad, y no genera efectos positivos.

Bernanke busca que el mercado distinga entre la QE y las condiciones monetarias acomodaticias. Lo último no requiere necesariamente la primera. La Fed insiste en sus comunicados en que, aun cuando termine la QE, la economía requerirá de un prolongado periodo de condiciones monetarias acomodaticias. La clave es la guía futura o foward guiding. Esta política establece que la tasa de interés de fondos federales permanecerá en el rango actual 0-0.25%, mientras la tasa de desempleo supere 6.5% y la tasa de inflación de los próximos dos años sea inferior a 2.5 por ciento. Según Bernanke, esto acelerará el crecimiento económico y reducirá gradualmente el desempleo aun cuando se suspenda la QE.

El plan de la Fed es comenzar a reducir gradualmente el tamaño de la compra de activos que hace la QE antes de que concluya este año y terminar esta política hacia mediados del 2014. Todo esto, condicionado a que se cumpla la proyección de crecimiento. Si estas estimaciones resultaran ser muy optimista, la QE continuará durante un periodo mayor, incluso podría aumentar el tamaño de las compras de activos. La idea es ir reduciendo el tamaño de la QE al mismo tiempo que baja la tasa de desempleo en un contexto de estabilidad de precios. Según Bernanke, la QE sólo se suspenderá cuando el desempleo caiga debajo de 7 desde 7.5% actual.

Los bancos centrales de Inglaterra y Europeo copiaron un capítulo del libro de la Fed. En sus comunicados recientes de política, agregaron la Guía Futura, prometiendo que en sus casos las tasas de interés de política permanecerán bajas durante un periodo prolongado.

rfeliz@eleconomista.com.mx

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