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Clark y la compra consolidada; como correr un ultramaratón sin prepararse
En un mundo razonable y con sensatez, los tiempos que lleva planear, desarrollar y ejecutar bien y sin prisas una compra consolidada millonaria del tamaño de la que acaba de arrancar el Gobierno mexicano para el sector salud son de no menos de un año, mínimo 6 meses, o ya de plano muy apurados, quizá se pueda culminar en 3 meses.
Pero la actual administración que entró hace poco más de 2 meses, está a tambor batiente previendo concretarla en un plazo de 3 semanas; es un tiempo no sólo demasiado acelerado, sino que muchos en el sector asumen prácticamente imposible de cumplir. La Secretaría de Salud que lleva el doctor David Kershenobich asumió el reto; y el encargado de operarlo es el subsecretario Eduardo Clark García Dobarganesle junto con Birmex a cargo de Iván de Jesús Olmos.
Hablamos de una compra gigante en dinero y en volumen; sumará un total de 234.47 mil millones de pesos para abastecer de insumos médicos a 26 instituciones del sistema público de salud a lo largo de dos años, 2025 y 2026. Ellos mismos asumen que es la compra consolidada más grande de la historia del Sector Salud mexicano, pues así lo indican en la página de transparencia que la Secretaría de Salud abrió; un positivo indicio de que el subsecretario Clark, quiere hacer bien las cosas. Y de sus ganas de lograrlo no hay quien dude.
El problema es que, para empezar, los tiempos y las condiciones no están aterrizados en la realidad. Ése es sólo uno de los detalles que para muchos expertos dentro del sector salud hacen prever que viene otro lamentable desabasto en los primeros meses del 2025. Y pinta para que sea peor que todos los anteriores, porque ya no hay reservas de la compra bianual previa que fue para cubrir 2023-2024. El 20% de abasto extra que permiten normalmente estos contratos de Gobierno en muchas claves ya se está agotando, y por eso el desabasto se siente cada vez más en los hospitales.
Las autoridades están tratando de agotar los recursos para cubrir la demanda de ese primer trimestre, pero es como correr un maratón sin estar preparados, y ojalá no, pero para como están las condiciones, no es arriesgado decir que hay que prepararse para un posible colapso. Las autoridades lo saben bien, por eso es que están quemando máquinas para correr a todo vapor.
Se han visto obligados a correr este ultra maratón extremo a toda velocidad. Todo el proceso tiene que culminar en 3 semanas. El viernes 13 de diciembre Birmex publicó las bases; este lunes 16 es la junta de aclaraciones que normalmente tardaría semanas, porque siendo un nuevo esquema de compra los proveedores seguramente tendrán muchas pero muchas preguntas. Si logran dejar todo claro, los interesados tendrán 10 días para calcular y prepararse porque deberán presentar propuestas el día 26. Y el fallo de resultados la autoridad lo informará el 4 de enero.
Y no sólo eso. Los proveedores que ganen firmarán contrato cuanto antes porque deberán estar entregando insumos prácticamente de inmediato. Eso los mexicanos ya sabemos que no es real porque a lo largo de los últimos 6 años hemos aprendido que la fabricación de fármacos arranca a partir de que se hace el pedido, y los procesos de fabricación de medicamentos químicos van de 3 a 6 meses. pacientes lo han sufrido en carne, propia en estamos hablando
Las cantidades son también de dimensiones enormes para un sistema público donde se atienden millones de mexicano: se pretende adquirir 3,898 claves (2,540 de dispositivos médicos y 1,358 de medicamentos). Si fueran lápices o sillas, quizá fuera menos complicado. Pero se trata de tratamientos que en su mayoría cada uno son de una gama de dosis, y de equipos o materiales que también implican tamaños, formatos y modalidades para todo tipo de necesidades personalizadas. No es factible generalizar en todos los productos. Por esta misma complejidad, parte del problema es que los institutos médicos no tienen bien integrada su demanda anual; los retrasos de las últimas semanas fueron porque ni el IMSS, de Zoé Robledo, ni todos los estados adheridos al IMSS Bienestar, de Alejandro Svarch, lograban completar bien sus requerimientos.
La distribución, un capítulo que estamos por ver
Todo lo anterior, sin considerar aún lo relativo a la distribución donde también ya vimos la película donde la autoridad no le da la suficiente importancia y decide hacer a un lado a las distribuidoras especializadas, sin alcanzar a comprender que les evitarían muchos dolores de cabeza y les ayudarían a resolver en forma más eficiente, es decir, a un óptimo costo-beneficio no sólo el ordenamiento, jerarquización y estructura de las claves, sino la recolecta y empacado (checking y packing) para un reparto adecuado y rápido a todas las miles de unidades médicas donde deben llegar todos los millones de medicamentos y demás insumos. Pero como se les está dejando esta parte a cada fabricante, ya sabemos que volverá a suceder lo de años anteriores: el reparto será un desastre. No hay que perder la esperanza de que algún día la 4T aprenderá la lección de que lo más conveniente para el propio Gobierno y para los pacientes es aprovechar toda aquella infraestructura logística privada que lleva décadas desarrollando y perfeccionado sus procesos de logística adecuada y precisa para el reparto de insumos tan delicados; sólo que esté bien regulada y vigilada. Mientras no, nos seguirá saliendo más caro el caldo que las albóndigas, pero lo verán cuando tengan el problema encima.
La UNOPS ofrece su observatorio de precios
Por otro lado, pero sin salirnos del tema de medicamentos, costos y precios, nos enteramos de que la UNOPS -que desde hace años se salió aquí del tema de compras de medicamentos pero sigue activo en México- anda promoviendo su Observatorio de precios de medicamentos, que asegura puede ayudar a los Gobiernos y sus tomadores/as de decisión a normar criterios para comprar a los mejores precios del mercado y reducir el riesgo de cartelización de proveedores en las compras públicas. Resulta que ese observatorio monitorea los precios de medicamentos esenciales de una canasta de 286 productos de 21 países del mundo y América Latina. Es una herramienta gratuita que UNOPS ando promoviendo para poner a disposición de los gobiernos en la región.