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La CNTE y las pensiones
La CNTE protesta por mejoras laborales y en contra de reformas al ISSSTE, exigiendo pensiones más altas. Su propuesta de eliminar las Afores y retornar al sistema centralizado es inviable y perjudicial.

Ya es costumbre que unas semanas previas al 15 de mayo, día del maestro, la CNTE lance reclamos y protestas para exigir algún privilegio para trabajar menos y ganar más. En esta ocasión, empezaron con sus marchas más temprano. La semana pasada realizaron bloqueos en importantes arterias viales de la CDMX, que incluyó obstaculizar el acceso a la terminal 1 del aeropuerto. Sobra decir el desquiciamiento que crearon con estos desmanes.
En días previos, su demanda se centró en oponerse a una reforma que se pretendía a la Ley del ISSSTE para que, entre otros temas, el afiliado también cotizara la porción de su salario que corresponde a la llamada “compensación” y no sólo al sueldo base. Debe mencionarse que esa división del sueldo de la burocracia es una muy mala práctica desde hace décadas. Son “usos y costumbres” que nadie se ha atrevido a modificar.
Ante las protestas, el Ejecutivo retiró la mencionada propuesta de reforma. Pero rijosos al fin, los líderes de la CNTE se lanzaron de una vez con una propuesta absurda que sólo denota la ignorancia que tienen sobre el sistema de pensiones. Su exigencia es que como las Afores “tienen demasiado dinero, deberían pagarle al magisterio pensiones más altas con esos excedentes”. Fueron más allá y sostienen que la reforma al ISSSTE de 2007, que estableció el sistema de ahorro para el retiro basado en cuentas individuales administradas por las Afores, ha sido un robo a los trabajadores pues resulta en pensiones insuficientes de ocho mil quinientos pesos en promedio. Por ello, exigen la inmediata reversión del sistema de ahorro para el retiro (SAR) eliminando las Afores para restablecer el sistema de beneficio definido centralizado en el gobierno para otorgar pensiones del 100% del último sueldo completo. Además, exigen que no haya un mínimo de edad de retiro, sino que con 30 años de servicio sea suficiente.
Lo que los maistros (porque maestros no son) no entienden, es que los cerca de 7 billones de pesos que administran las Afores no son de ellos. Tienen dueño, pues nos pertenecen a los más de 70 millones de personas que tenemos una cuenta individual en alguna Afore. Si éstas desaparecen como quiere la CNTE, esos recursos se socializarían en un gran fondo público y perderíamos la titularidad de un patrimonio legítimo que nos pertenece. Sería una expropiación de nuestro ahorro. Además, ese gran fondo público que pretende la CNTE sería totalmente insuficiente para pagar pensiones al 100% de tasa de reemplazo, ni siquiera a los 1.7 millones de trabajadores afiliados al ISSSTE. (Los cotizantes del IMSS son más de 49 millones).
La presidenta Sheinbaum deberá ser muy firme ante el magisterio para desactivar este petardo y reiterar que las finanzas públicas no dan los suficientes recursos para revertir al SAR.
Si bien es cierto que el SAR tiene defectos de diseño y operación que resultan en tasas de reemplazo muy bajas y en que el 80% de los que piden una jubilación no cumplen con los requisitos de retiro (reciben una negativa de pensión), evidentemente derogar el sistema de cuentas individuales no es la solución. Se requiere una reforma integral y no sólo parches al sistema que es lo que hasta ahora se ha hecho.