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Disturbio permanente
El “Día de la Liberación” será solo un espacio más en donde se sentarán las bases del cambio estructural que se pretende en el orden comercial mundial, no será el día en el que por fin la palabra tarifa dejará de verse en los titulares de las noticias o en la lista de factores de preocupación de los inversionistas

Este miércoles el mundo estará atento al anuncio de aranceles de Donald Trump. Foto: Reuters
Quizás en el momento que lea este comentario el presidente Trump estará anunciando el paquete de impuestos arancelarios contra el resto del mundo en lo que él mismo ha calificado como el “Día de la Liberación”.
En los mercados los inversionistas debaten sobre el contenido de dichas medidas, si serán parciales contra algunos países o si habrá una tarifa contra todos. A mi modo de ver la realidad, importará poco.
Los fuertes disturbios que ha causado la nueva administración en Estados Unidos seguirán sobre la mesa y los mercados seguirán sufriendo, al menos, una elevada volatilidad.
En un espacio de tres meses los mercados han cambiado por completo su narrativa.
El rally posterior al día de la elección ha desaparecido y lo que vemos es una importante corrección.
En dicho terreno, vale la pena mencionar que es poco usual que las bolsas en Estados Unidos pierdan más que sus contrapartes en el mundo.
El “excepcionalismo” de Estados Unidos, adjetivo con el cual se calificaba la abundancia de ganancias en los dos años anteriores cuando en el resto del mundo prevalecían mercados con malas, en algunos casos pésimas tasas de retorno, parece perderse en el 2025.
Los mercados de capitales en Europa, así como los mercados de economías emergentes y sobre todo en China, registraron en el trimestre rendimientos que no veían en un buen tiempo.
El índice DAX de Alemania, por ejemplo, subió 11.3% en el trimestre, mientras que el Hang Seng en China subió poco más de 15 por ciento.
¿Qué sigue? Los cambios provienen de la decisión de un gobierno poderoso y han sacudido la estructura de comercio global y posiblemente lo harán en la estructura en la que se cimentaba el crecimiento en muchos países que apostaron por la globalización, México incluido.
Por ello, hay que preguntarse si es posible o no extrapolar el impactante cambio de narrativa en los mercados hacia el resto del año.
Es difícil saberlo, pero las fuerzas que alimentaron el nuevo sentimiento no se quitarán de la mesa.
Donald Trump amanece con directrices de gran impacto todos los días: establecer sanciones a las exportaciones de petróleo de Rusia, crear un resort paradisíaco en la región de Gaza, demostrar que no le importa el daño temporal de las tarifas sobre la economía norteamericana tanto en el crecimiento como en la inflación, y hasta que podría contender por un tercer período en la presidencia.
El “Día de la Liberación” será solo un espacio más en donde se sentarán las bases del cambio estructural que se pretende en el orden comercial mundial, no será el día en el que por fin la palabra tarifa dejará de verse en los titulares de las noticias o en la lista de factores de preocupación de los inversionistas.
Mientras tanto, Estados Unidos registrará una desaceleración en su crecimiento económico y la Reserva Federal mostrará cautela para reducir las tasas de interés. El dólar se seguirá debilitando contra el resto de las monedas.
En México, aunque apuntemos a menores tasas de interés, posiblemente se oficialice que estamos en un periodo de recesión con un gobierno que tiene muy comprometidos los recursos que posee.
No apueste mucho para el segundo trimestre, vamos a seguir viendo una elevada volatilidad y posiblemente retornos escasos en las bolsas.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.