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Opinión

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El legado de AMLO: una economía anémica

El presidente López Obrador cerró su administración fiel a su costumbre, presumiendo logros que distan mucho de ser lo que él quiso vender. En la parte económica, el legado que deja a la hoy ya presidenta Claudia Sheinbaum es una economía en completo estado de anemia, con un ritmo de crecimiento pobre, que cerrará el año entre 1.1 y 1.5 por ciento, creciendo otra vez a una tasa menor que la economía de los Estados Unidos. 

De hecho, con las cuentas que entregó el presidente en su último día, se puede afirmar que no solo provocó que la economía mexicana redujera su ritmo de crecimiento a una mediocre tasa promedio anual de 0.84%, o sea que en promedio, en cada uno de los seis años de AMLO no crecimos ni siquiera al 1.0%, sino peor aún, durante ese lapso de seis años, la economía de los Estados Unidos creció más que la mexicana, y de representar 16.6 veces el tamaño de la economía mexicana, la brecha siguió creciendo y al cierre de 2023 ya representaba 17.8 veces el tamaño del PIB de México.

La pandemia del Covid fue un choque que sufrieron todos los países, así que no puede ser argumento para justificar los pobres resultados en crecimiento económico.

Aunque se supone que ya estaba acostumbrado a los lances del presidente, no dejó de soprenderme que ayer presumiera que durante su gobierno se alcanzó una cifra récord de empleos formales, de 22.49 millones de empleos formales, cuando sabemos que simplemente por crecimiento poblacional, esa estadística normalmente debe crecer año con año. Lo que no dijo el presidente es que su gobierno creó menos empleos formales que los gobiernos de Enrique Peña Nieto y de Felipe Calderón.

De igual forma, presumió el desempeño en finanzas públicas, rubro respecto del cual destacó que según México mantuvo su nivel de endeudamiento con relación al PIB en un rango razonable, cosa que según él no lograron otros países que sí otorgaron decididamente apoyos a su población y muchas ramas de la actividad económica en sus respectivas economías. De acuerdo con las bases de datos de la OCDE, salvo algunos casos, casi todos los países miembros hoy tienen un nivel deuda como proporción del PIB menor que el que tenían en 2018. Uno de los países donde si creció fue México.

Lo que no dijo el presidente López Obrador fue que de todos los países miembros de la OCDE, México sigue siendo prácticamente el país con el peor nivel de recaudación de impuestos como proporción del PIB. Ello es así porque su gobierno se resistió a emprender una necesaria reforma fiscal, a sabiendas de que de haber promovido un proyecto de ese tipo, el costo político habría sido importante y sin duda alguna, habría frenado el avance de su oferta política. La presidenta Sheinbaum ha insistido en que no promoverá tampoco reforma fiscal alguna. En algún momento lo tendrán que hacer, no pueden patear el bote indefinidamente.

Por otro lado, llamó la atención que presumiera el número de hectáreas que según fueron habilitadas con sistemas de riego, pero guardó silencio sobre el desempeño de la producción de maíz. Y así fue porque en 2024 se producirá menos maíz que en 2018.

En suma, son muchos los rubros que podremos analizar con calma una vez que se terminen de publicar todas las estadísticas correspondientes al cierre de septiembre para poder hacer un balance definitivo, pero no tengo duda que son pocas las cosas que realmente podrá presumir realmente. Son más los fracasos o retrasos que los logros, el balance es negativo.

*El autor es economista.

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