Lectura 4:00 min
La nueva matriz energética: más limpia, más digital, más compleja
En cuanto a la producción y demanda de petróleo, la Agencia Internacional de la Energía estima un crecimiento global de 1 millón de barriles diarios en 2025, con Asia como la principal región impulsora.

El panorama energético mundial en 2025 está marcado por transformaciones impulsadas por el crecimiento de la demanda eléctrica, la consolidación de las energías renovables y el resurgimiento de la energía nuclear como alternativa confiable.
En este contexto, las grandes corporaciones desempeñan un papel clave en la reconfiguración del mercado energético global.
Se prevé que la demanda mundial de electricidad continúe aumentando, concentrándose principalmente en economías en desarrollo como China e India. En 2024, China consumió más de 10,000 teravatios-hora, representando más de un tercio del total global.
Empresas como State Grid Corporation y China Southern Power Grid han liderado la expansión de la infraestructura eléctrica y el despliegue de redes inteligentes.
En India, el crecimiento anual del sector energético ronda el 6 %, con NTPC Limited y Tata Power impulsando la generación y distribución de electricidad.
En Estados Unidos, la demanda eléctrica creció un 2 % en 2024, tras una caída el año anterior. Compañías como NextEra Energy, Duke Energy y Dominion Energy han incrementado inversiones en energía renovable y en la modernización de la red eléctrica.
En la Unión Europea, tras años de reducción en el consumo eléctrico, hubo una leve recuperación del 1.4 %, aunque los precios siguen siendo significativamente más altos que en años anteriores. Empresas como EDF (Électricité de France), RWE y Enel lideran la transición hacia energías limpias en la región.
En cuanto a la producción y demanda de petróleo, la Agencia Internacional de la Energía estima un crecimiento global de 1 millón de barriles diarios en 2025, siendo el mercado de Asia la principal región impulsora.
Empresas como Saudi Aramco, ExxonMobil y Shell siguen expandiendo su capacidad de producción, aunque con un enfoque creciente en cuanto a energías sostenibles.
La expansión de las energías renovables sigue en ascenso. En 2025, la industria eólica instalará más de 150 gigavatios de nueva capacidad, impulsada por avances tecnológicos y mayores inversiones en energía limpia.
Empresas como Vestas, Siemens Gamesa y General Electric Renewable Energy han sido fundamentales en este crecimiento. En América Latina y el Caribe, la generación de energía renovable aumentó un 30 % en 2024, con Iberdrola y ENGIE liderando inversiones en la región.
Es bajo este contexto, que la energía nuclear ha cobrado un papel cada vez más relevante.
Durante el evento CERAWeek 2025 en Houston, grandes corporaciones reafirmaron su compromiso con la energía nuclear como una solución clave para garantizar el suministro eléctrico.
Empresas como Westinghouse, Rosatom y Framatome están impulsando el desarrollo de reactores de nueva generación y soluciones modulares más eficientes.
Actualmente, esta fuente representa cerca del 10 % de la producción mundial de electricidad, con 440 reactores en operación y una capacidad total cercana a los 400,000 megavatios.
Las principales empresas tecnológicas han realizado inversiones estratégicas en este sector.
Google ha firmado un acuerdo con Kairos Power para abastecerse de electricidad proveniente de reactores de nueva generación y planea implementar su primer reactor antes de 2030.
Amazon ha apostado por X-energy y ha adquirido un centro de datos alimentado por una planta nuclear en Pensilvania.
Meta busca empresas capaces de desarrollar reactores modulares, de manera segura y rápida, para abastecer de energía a la compañía, principalmente a su área de inteligencia artificial.
Otras compañías, como Microsoft, Oracle, Equinix y Switch, han establecido acuerdos para abastecerse con reactores modulares pequeños, considerados una alternativa eficiente y sostenible.
El consumo mundial de energía primaria alcanzó un nuevo récord en 2024, con un incremento del 2 % respecto al año anterior.
No obstante, las emisiones de CO2 por combustibles fósiles también crecieron, alcanzando aproximadamente 37,400 millones de toneladas en 2024, lo que refleja el desafío de equilibrar el crecimiento energético con la reducción del impacto ambiental.
El desarrollo energético global en 2025 estará marcado por la expansión de las fuentes renovables y el resurgimiento de la energía nuclear como una opción clave para garantizar la estabilidad del suministro.
Las grandes empresas tecnológicas y energéticas lideran esta transición, invirtiendo en nuevas fuentes de energía como alternativa confiable y libre de emisiones de carbono.
El petróleo y el carbón tienen un papel importante en la matriz energética, aunque con perspectivas de mayor regulación y presión para avanzar hacia la descarbonización en los próximos años.