¿Renunciaría Biden a la presidencia?

La semana pasada el presidente de Estados Unidos comentó que no apoyaría a Israel en un posible ataque con misiles en contra de estaciones nucleares de Irán; un día después dijo que “posiblemente” sí lo haría. 

Ayer, Joe Biden dijo que no sabe si el primer ministro de Israel está intentando “influir en las elecciones presidenciales” de Estados Unidos a celebrarse dentro de un mes.

Son ya demasiadas preguntas a las que el presidente de Estados Unidos no tiene respuestas claras y consistentes.

Entre los escenarios que se manejan durante los próximos 30 días, es decir, antes de las elecciones presidenciales, se encuentra el de su renuncia a la presidencia cuyos efectos serían múltiples y estratégicos.

El primero de ellos sería el delinear un perfil presidencial a la candidata demócrata Kamala Harris, es decir, al convertirse en presidenta lograría potenciar la probabilidad de su victoria frente a Donald Trump.

En su cuarto de guerra analizan la fuente de éxito que tuvo Harris en el momento en que el presidente Biden renunció a la candidatura por el Partido Demócrata, pero sobre todo, les pareció sorprendente los efectos que tuvo para borrar materialmente la estela del atentado en contra del candidato Donald Trump.

Las proyecciones sobre los resultados de las elecciones presidenciales parten de un empate técnico entre Harris y Trump.

La posible renuncia de Joe Biden a la presidencia catapultaría la campaña de Harris dejando prácticamente a Trump en silencio.

Los demócratas están dispuestos a hacer cualquier cosa para impedir que el republicano ocupe la Casa Blanca nuevamente.

Para el presidente Biden su renuncia también le generaría efectos. Por ejemplo, el tema de su salud cognitiva que terminó por descarrilar su candidatura presidencial ayudó a eliminar de la agenda pública el tema de corrupción y posible juicio político (impeachment) que los republicanos ya se encontraban documentando.

Otro de los dolores de cabeza del presidente Biden es el caso de su hijo Hunter, quien la justicia lo señala de haber mentido cuando compró un arma. A este caso se le suma su paso por la empresa energética ucrania Burisma en tiempos de la presidencia de Barack Obama, cuando su padre ocupaba el puesto de vicepresidente de Estados Unidos.

Faltan pocas semanas para la celebración de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la moneda está en el aire. La diferencia entre los dos candidatos podría ser por un puñado de votos en estados bisagra (swing states). Por ejemplo, Pensilvania.

No es descabellado pensar que los estrategas de Kamala Harris logren convencer a la candidata de los efectos positivos que generaría la renuncia de Joe Biden a la presidencia.

Ya lo hizo una vez: a la candidatura presidencial. Todo es posible.