Salvedades al margen de la economía

"Quien tiene paz mental, no se molesta ni a sí mismo ni al otro", Epicuro 

Con el inicio del nuevo gobierno federal llegan sin duda algunas expectativas en el ámbito de la economía familiar, aquella que acompaña el bienestar de sus integrantes, más allá de la agenda que sigue su curso en las conferencias mañaneras la presidenta Claudia

Sheinbaum, donde el foco de atención nos ubica nuevamente en el tema de la seguridad interior.

Se han ido abordando a lo largo de los primeros días, desde el cuidado a los precios de la canasta básica, aquella que no esté por encima de la inflación, y los salarios que ya no son tan mínimos, desde la administración que acaba de concluir el último día de septiembre pasado, en un esfuerzo por mantener equilibrios en esta materia.

A lo largo de los años, en el modelo neoliberal, era común o recurrente los precios al alza de los productos básicos, así como de un día para otro tener algunos productos lejos del alcance de los consumidores.

Tenemos muy claro que se está cuidando no sólo la atención a los grupos vulnerables desde hace seis años, con una mayor atención de los programas sociales, elevados a rango constitucional, sino además la Doctora Sheinbaum, enviará iniciativas para agregar otros más, en el rubro de la educación básica, con becas universales en este subsistema.

Además de que los apoyos llegan de manera directa, sin intermediarios, lo cual ha logrado superar obstáculos, creencias y dudas de la certidumbre de los beneficios que se otorgan con los recursos públicos de los impuestos de la base trabajadora de este país.

También las remesas juegan un papel muy importante en esta dinámica de la economía, los connacionales que viven en los Estados Unidos, son un baluarte para México desde el exterior, sobre todo los adultos mayores y los hijos de quienes no han tenido la oportunidad de ser parte del sueño americano.

Vamos en el camino correcto. somos la economía número doce del mundo, además de ser el cuarto país más visitado, ahora a impulsar la inversión privada, con mejores prácticas, reduciendo al máximo los tiempos de los trámites ante las instancias gubernamentales.

Mucho que hacer por delante, porque debemos considerar ya de una vez por todas despretrolizar la economía, con un Pemex sobreviviendo, además de tener enormes adeudos con los proveedores, sin recursos públicos en las áreas de exploración y perforación, después de que fue frenada la mal llamada reforma energética.

Nada está de más, hay que sumar esfuerzos en varios rubros de la administración pública, la comunicación circular es muy importante, fijar la agenda de los grandes temas nacionales es fundamental, pero además considerar dar respuesta a los rezagos que se arrastran desde y en la percepción de millones de mexicanos.

Sin embargo, hay voces en lo que hoy es lo recurrente, la reforma judicial, que nada tiene que estar vinculada al Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estado Unidos de Norteamérica, lo cual considera expectativas y salvedades al margen de una economía con estabilidad en el tipo de cambio de nuestra moneda con respecto al dólar.

En sentido contrario podríamos estar, en esa inercia de las cosas en negación, en las decisiones y definiciones que vulneran la razón de una política incluyente, donde al centro se encuentra el problema mayor, la paz social como premisa única.

No agotemos paciencias, no pensemos en negativo, mucho menos intentemos cruzar pasadizos a oscuras, donde se permitían en otros tiempos hasta la consideración de la política ficción; nunca más para México.