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Política

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Alex convirtió la calle en un río salvaje

Esto fue como un río salvaje toda la noche , dice Martha, habitante del municipio de Santa Catarina, una de las localidades más afectadas desde hace casi 15 días, tras el paso del huracán Alex.

Esto fue como un río salvaje toda la noche , dice Martha, habitante del municipio de Santa Catarina, una de las localidades más afectadas desde hace casi 15 días, tras el paso del huracán Alex.

Para llegar a esta localidad es necesario atravesar la avenida Constitución, la más importante de Monterrey, que luce tramos inaccesibles. Luego se toma el bulevar Díaz Ordaz, donde está la empresa Daltile, una de las que genera más empleos en este estado y donde se fabrica el azulejo. Ahí, las labores se detuvieron casi una semana; ahora ya hay trabajos.

Cuando se entra a la avenida Colosio comienza un olor fétido. Dos metros adelante se ve a elementos del Ejército mexicano realizando labores del Plan DNIII.

Estamos en Santa Catarina. Martha está sentada en el patio de su casa, donde instalaron la sala para que se seque. Junto a ella su esposo, José Luis, y su hijo Eduardo Jiménez, quien perdió el trabajo el 2 de julio, porque no pudo acudir ese día a su primer día de labor: Alex convirtió la calle 13 poniente en río salvaje, dice Martha, quien muestra fotografías y videos en los que confirma la tragedia: coches arrastrados por la corriente y familias enteras en las azoteas de sus casas.

Ni para dónde moverte , relata Martha, pues la corriente del agua que bajaba del cerro Las Mitras no daba tregua. Esto fue como un río salvaje toda la noche , dice. La gente aquí temía que animales, como serpientes u osos, bajaran con la corriente del cerro y la cosa se pusiera peor . Del cerro bajaron piedras, lodo, enseres domésticos y basura por 15 horas continuas.

A más de 10 días de la inundación, las familias Jiménez Ruiz y Amaro Gómez dicen que la ayuda humanitaria que se recolecta en el país no ha llegado.

Aquí el agua la venden tres veces su valor original y escasea. Las brigadas de salud tampoco han llegado.

La Secretaría de Salud en esta entidad mantiene la alerta por el riesgo de alguna enfermedad gastrointestinal, derivada del consumo de agua que no reúne las condiciones idóneas de potabilidad, luego del colapso de las tuberías.

Apenas se puede ver a personal del municipio haciendo los primeros trabajados de desazolve. El gobierno federal abre con dificultad la llave de los recursos.

jmonroy@eleconomista.com.mx

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