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Aplican por Covid-19 toque de queda
Ocho municipios de Sonora determinaron declarar toque de queda, ante la contingencia por la pandemia del Covid-19.
Ocho municipios de Sonora determinaron declarar toque de queda, ante la contingencia por la pandemia del Covid-19.
En un comunicado, los autoridades de Ures, Bavíacora, Aconchi, San Felipe de Jesús, Huépac, Banámichi, Arizpe y Bacoachi informaron sobre la decisión que es aplicable desde el pasado lunes y que funcionará en horario de 9 de la noche a 5 de la mañana (tiempo del pacífico).
“Surtirá efecto por tiempo indefinido (...) se notificará con el sonido de las patrullas o sonido de las campanas de las parroquias de nuestros municipios.
“Haciendo hincapié en que no deberán circular por el municipio para realizar actividades no esenciales en el horario antes mencionado”, suscribieron las autoridades locales.
El comunicado fue firmado por los alcaldes sonorenses Alejandro Molina Salazar, de Banamichi; María Lugo Mendez, de Huépac; Cecilia Nares Loera, de Aconchi; Juan Francisco Huguez Martínez, de Baviácora; Delfina Lilián Ochoa, de San Felipe de Jesús; Lucía de Guadalupe Serrano Acuña, de Arizpe; Roberto Pacheco González, de Bacoachi, y Eduardo Ibarra Navarro, de Ures.
Con esto, suman 14 municipios sonorenses que se han sumado al toque de queda, ya que anteriormente Fronteras, Nacozari, Naco, Santa Ana, Trincheras y Caborca se pronunciaron en el mismo sentido.
Desde la declaración de emergencia por coronavirus en Sonora, tanto a nivel municipal como estatal, se han tomado diferentes medidas para prevenir contagios.
La semana pasada, por ejemplo, se restringieron las visitas en penales de la entidad.
El secretario de Seguridad Pública en el estado, David Anaya Cooley, informó que en las penitenciarias estatales los días de visita serán disminuidos a dos, por lo que estarán prohibidas las visitas de amigos a las personas privadas de su libertad.
“En el caso del Sistema Estatal Penitenciario iniciamos con este plan de contingencia”, mencionó.
Anaya Cooley aclaró que anteriormente los reos gozaban de tres días de visita, de los cuales en uno podían recibir a amigos y personas cercanas, en tanto los otros dos estaban destinados estrictamente para familiares.