Arquidiócesis refiere reunión de sacerdote con crimen organizado

Mientras en las altas esferas de la burocracia se presumen los mejores índices macroeconómicos, México se desangra por la violencia, advirtió el semanario Desde la Fe.

La realidad es que México vive la pobreza y miseria que son campo fértil para la delincuencia y la corrupción. La intervención del clero para detener estas condiciones es de reacción ante el vacío de poder institucional, aunque en esto vaya la vida misma de quienes hacen las tareas que a otros correspondería .

En su editorial, el órgano oficial de la Arquidiócesis de México consignó que la ausencia de autoridad que apacigüe al crimen, justificó el semanario, provoca que actores con autoridad moral salgan a dar la cara para establecer algunas cláusulas de paz y seguridad y citó el caso de monseñor Salvador Rangel Mendoza, obispo de Chilpancingo-Chilapa, quien el pasado 28 de mayo no ocultó el acercamiento que sostuvo con miembros de la delincuencia para acordar lo que las autoridades ya no garantizan: seguridad .

Muchos sacerdotes, en comunidades apartadas del país, son blanco fácil y viven bajo la gran presión del crimen organizado que les impide realizar su misión evangelizadora, prohibiéndoles incluso pronunciar la palabra ‘narcotráfico’ o hacer algún cuestionamiento que ponga de manifiesto su inmoral actuación, pues lo pagan con la vida; en este contexto, la cuota por derecho de piso para realizar sus actividades parroquiales, resulta lo de menos .

Arguyó finalmente que Rangel Mendoza entró en pláticas con los delincuentes, provocando la molestia de autoridades que han enarbolado el discurso triunfalista de ‘que todo va bien, de que no hay problemas ni dificultades’, (que) en el fondo lo que busca ocultar es la verdad .