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Arresto del Ingeniero, fin de la dinastía de los Arellano
El Cártel de Tijuana, conocido también como la Organización Arellano Félix, es una de las organizaciones criminales más antiguas de México; controló el paso de drogas de Tijuana y hacia California prácticamente por dos décadas.
El arresto del líder del Cártel de Tijuana, Fernando Sánchez Arellano, conocido como El Ingeniero, podría significar el fin de su imperio en el mercado de la droga, de acuerdo con un análisis de la Fundación InSight Crime.
La detención de Sánchez, quien mantuvo un perfil bajo en comparación con sus más ilustres predecesores, puede marcar el final de la dinastía criminal de los Arellano Félix, pero es poco probable que cree agitaciones serias en el hampa de Tijuana , revela el análisis de este think tank escrito por James Bargent.
Sánchez es sobrino de los hermanos Arellano Félix, fundadores del Cártel de Tijuana, y es requerido tanto en México como en Estados Unidos por delitos relacionados con las drogas.
El Cártel de Tijuana, conocido también como la Organización Arellano Félix, es una de las organizaciones criminales más antiguas de México. Durante casi dos décadas, este grupo controló el paso de drogas en la frontera de Tijuana y hacia California, y recaudó piso sobre las actividades ilegales en la región de Tijuana a Mexicali.
Tras perder a sus líderes en repetidas ocasiones entre el 2002 y el 2008, el grupo comenzó a fragmentarse y desmoronarse a medida que las facciones se separaban para reclamar su parte en el hampa de la región.
Ante la debilidad, las facciones comenzaron a mudarse y a formar alianzas con los rivales. Sánchez hizo un pacto con la Organización de los Beltrán Leyva (OBL), mientras que sus contrincantes llegaron a un acuerdo con el Cártel de Sinaloa, llevando a un conflicto criminal que convirtió a Tijuana en una de las ciudades más violentas de México.
El análisis refiere que la violencia comenzó a disminuir en el 2010, dando lugar a la especulación de que Sánchez había llegado a un acuerdo con los sinaloenses, permitiéndole permanecer en su lugar, pero operando como un subordinado.
Según el análisis de InSight Crime se creía que el Cártel de Sinaloa era el poder detrás del trono de Sánchez, y que probablemente intervendría para supervisar las redes criminales de la región.
Si bien esas redes pueden haber respondido al Ingeniero, InSight Crime advierte que en su mayoría están organizadas horizontalmente y descentralizadas, por lo que es poco probable que se vean gravemente afectadas por un cambio en el liderazgo.
La decapitación de las organizaciones criminales a menudo puede conducir a la violencia, a medida que los rivales compiten para llenar el vacío. Sin embargo, con el Cártel de Sinaloa actuando como garante del hampa local, la ciudad debería evitar una sangrienta guerra de sucesión , advierte el análisis.