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Caravana por la Paz: Oaxaca, un estado distinto
El movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia se encontró con una región donde el narcotráfico y los criminales aún no han generalizado los toques de queda, cobros por derecho de piso, narcobloqueos o enfrentamientos campales.
Oaxaca, Oaxaca.- Un crisol de culturas recibe a la Caravana al Sur en su cuarto día de recorrido. Esta vez no son llantos de dolor por la violencia en México, sino clamores ancestrales de indígenas reprimidos, pobladores despojados de tierras, comunidades donde los extranjeros arrasan con el medio ambiente, migrantes extorsionados, maestros desaparecidos o perseguidos.
En su recorrido por el sur del país, la caravana que encabeza el líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el poeta Javier Sicilia, rememora a las víctimas de la violencia cuyos testimonios fueron expuestos en la pasada Caravana al Norte.
En Oaxaca, el narcotráfico y los criminales aún no han generalizado los toques de queda, cobros por derecho de piso, narcobloqueos o enfrentamientos campales. El ambiente es distinto, por lo que en los mítines hablan víctimas de la violencia, sobre todo las de Chihuahua.
Otro fenómeno es que los mítines no son multitudinarios. Pocos fuera de la ciudad de México conocen Sicilia. Este movimiento no es de masas, sino de moral y conciencias , argumentó el poeta al iniciar el viernes el recorrido al sur.
Un grupo de indígenas mixtecos y zapotecos recibió en la zona arqueológica de Monte Albán a Javier Sicilia para ofrecerle un ritual ceremonial y entregarle un bastón de mando, el mismo que le han entregado otras culturas al presidente Felipe Calderón y a otros políticos como símbolo de respeto a su autoridad, pero también para que volteen a verlos, para que no se les oprima ni reprima.
¡Nunca más un México sin nosotros! , exclamó Joel Aquino, líder mixteca y quien ofreció a Sicilia un poco de mezcal y tortilla.
Que vengan tiempos nuevos, que venga el despertar, la intuición, que vivamos tiempos de reconciliación, tiempos de construir, de hermandad , rezaba, en medio del humo del copal, Carmelina Santiago, indígena de la zona zapoteca.
Ha terminado la larga noche del dolor y el sufrimiento. Como un nuevo amanecer, hoy los indígenas nos estamos levantando para reclamar lo que por justicia y derecho nos corresponde. Precisamente en 1994, el levantamiento zapatista contribuyó a fortalecer la conciencia de los pueblos indígenas, por eso seguimos reclamando que los Acuerdos de San Andrés Larráinzar se conviertan en norma constitucional , añadió Joel Aquino.
En su paso por Guerrero, la Caravana al Sur encontró historias de jóvenes secuestradas o raptadas, de policías coludidos con los criminales. Pero aquí, en Oaxaca, los gritos vienen de las comunidades en resistencia, como la comunidad triqui de San Juan Copala, donde en abril pasado un grupo de paramilitares disparó contra un vehículo donde viajaban periodistas que recolectaban información sobre los asesinatos contra líderes indígenas de ese municipio autónomo.
En este cuarto día de recorrido, el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el subcomandate Marcos, aún no ha enviado mensaje al movimiento por la paz de que los recibirá en Acteal, Chiapas, a donde el jueves llegará la Caravana al Sur.